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28 oct 2009

DAVID VS.GOLIAT.

El pasado 28 de octubre nuestro país presentó una vez más al seno de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU su propuesta: “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, financiero y comercial del gobierno los Estados Unidos de América contra Cuba”.
En términos deportivos, cualquier resultado de un partido 187 a 3, es una verdadera pateadura. En el campo político parece que no es así, pues ese mismo o parecido resultado se ha repetido hasta la saciedad en el diferendo entre ambos estados en el seno de dicha Cumbre. ¡Y no ha pasado nada!
El pequeño e invicto David ha hecho morder el polvo de la derrota dieciocho veces consecutivas al colosal Gigante de las Siete Leguas, aplicando el sagrado derecho a defender su soberanía, utilizando la verdad como escudo y esgrimiendo la espada de la solidaridad de los pueblos.
Están en juego pues dos estrategias opuestas: La ley del más fuerte frente a una postura tan vertical como nuestras palmas, y a pesar de sus maniobras, sus campañas mediáticas, sus mercenarios y sus genocidas medidas del mal llamado “embargo”, nuestras raíces se han profundizado tanto que a la larga el Imperio tendrá que ceder.
Por otro lado, la bota de los marines sólo pisan el territorio cedido en Guantánamo, gracias a una intervención militar y a una Enmienda Platt impuesta hace más de cien años.
Jamás tropas norteñas han podido ocuparnos a la fuerza. La única y verdadera invasión fue de latifundios, corporaciones y otros daños colaterales del capitalismo salvaje. Pero nos amparó el santo de la guerrilla en 1959: San Seacabó.
Cuando fracasó el mercenarismo de las bandas contrarrevolucionarias y la invasión en Playa Girón de los gusanos “cocineros”, echaron mano al garrote de la OEA y al bloqueo genocida. La solidaria cooperación de la URSS detuvo la garra asesina de la Operación Mangosta, desembocando en el bloqueo naval de la Crisis de los Misiles en 1962, pero lo cierto es que a pesar de la desaparición de la potencia nuclear soviética, este Pulgarcito caribeño aún se mantiene invicto.
En mis 78 años de existencia no he presenciado ningún enfrentamiento directo con las tropas regulares norteamericanas, ningún avión de combate cubano ha surcado los cielos de Estados Unidos para amenazar al Norte revuelto y brutal, a no ser el piloteado por algún desertor de las Fuerzas Aéreas Revolucionarias.
Las únicas bajas de ellos resultaron ser mercenarios encubiertos de la CIA o pagados por la Fundación Cubanoamericana de Miami.
Sin embargo, en estas cinco décadas hemos visto con estupefacción sus continuas incursiones bélicas en otros países. A saber:
Panamá en 1958; Vietnam de 1960 a 1975; Laos en 1962; Panamá por devolución del Canal en 1964; República Dominicana, bombardeo de elecciones en 1965-66; Guatemala, comandos de boinas verdes en 1966-67; Camboya, bombardeos de 1969 a 1975; Omán, comandos USA y Marina iraní en 1971-73; Laos, bombardeos en 1971-73; Chile, comandos respaldan golpe en 1973; Camboya, bombardeo por petróleo en 1975; Angola, comandos apoyan a Suráfrica de 1976 a 1992; Irán, comandos en embajada 1980; Libia, dos jets derribados en 1981; El Salvador, operación comandos contra guerrilla 1981-1992; Nicaragua, marines apoyan contras 1981-1990; Líbano, marines expulsan a la OLP 1982-1984; Granada, bombardeo e invasión 1983-1984; Honduras, tropas construyen bases fronterizas, 1983-1989; Irán, dos jets iraníes derribados en 1986; Bolivia, USA dirige incursiones en campos de cocaína; Irán, intervención a favor de Irak 1987-1988; Libia, dos jets libios derribados en 1988 1990; Filipinas, cobertura aérea facilita golpe en 1989; Panamá, bombardeo derroca gobierno nacionalista en 1989; Liberia, tropas yanquis evacuadas en guerra civil, 1990; Arabia Saudita, estacionamiento durante la guerra Irak-Kuwait en 1990; Kuwait, bombardeo por retorno de la familia real en 1991; Somalia, ocupación durante guerra civil en 1992-94; Yugoslavia, apoyo a la OTAN en bloqueo a Serbia y Montenegro 1992-1994; Bosnia, bombardeo zona de exclusión en 1993; Haití, intervención de tropas a tres años del golpe en 1994; Zaire, tropas intervienen contra revolución del Congo en 1996-1997; Liberia, comandos evacuan extranjeros en 1997; Albania, tropas bajo fuego en evacuación de extranjeros, 1997; Sudán, misiles contra supuestos terroristas en 1998; Afganistán, misiles contra lo mismo de lo mismo; Irak, cuatro días de ataques aéreos en 1998; Yugoslavia, apoyo a la OTAN para obligar la retirada Serbia de Kosovo en 1999: Irak, bombardeo y ocupación de Irak. Bush informa el fin de la guerra en 2003. ¡PERO AÚN CONTINÚAN ALLÍ!!Sin embargo, a ninguno de esos países se les ha aplicado, ni se les sanciona actualmente con la Ley de Comercio con el enemigo en tiempos de guerra, vigente desde 1917. Sólo a Cubita la bella.
¿Se entiende eso?

LA Y Y YO.

El 1º de noviembre abrirá sus puertas la XLIX Serie Nacional de Beisbol en Cuba, y sabida es la afición criolla al deporte de las bolas y los strikes. Se anuncian cambios en la programación y las reglas del juego entre otras variantes con el fin de agilizar y mejorar el espectáculo.
Sin embargo, en mi modesta opinión, debían transponerse otros hechos que vienen manifestándose a nivel ciudadano y que no tienen que ver con el deporte, pero sí con nuestra imagen. Para evitar malas interpretaciones pondré un ejemplo “virtual” a raíz del encuentro con el equipo español durante el reciente Campeonato Mundial celebrado en Europa.
Si la cosa sigue así, imagino futuros juegos entre Cuba y España, cuyos equipos pudieran estar formados de esta manera:

EQUIPO 1
El “Pichi” Rodríguez, ss.
Curro Martínez, p.
Xoan Xosé Perdomo, 2b.
Paco Aguirregoiztea, 1b.
Jesusín Cabrera, lf.
Fernán F. Fernández,c.
Pascasio Magadán, rf.
Luisón Valdepedre, cf.
Chano Guanche, p.

EQUIPO 2
Yorelvis Paret, ss.
Yunior Mesa, cf.
Yosvany Gourriel, 3b.
Yeison Marquetti, 1b.
Yamil Casanova, rf. .
Yoennis Pacheco 2b.
Yusniel Pestano, c.
Yasiel Cepeda, lf.
Yurislei Alarcón, p.
Adivine usted cuál es el equipo español y cuál el cubano.

UN ABRAZO FRATERNAL DESDE CUBA

Diario “Granma” 24 de octubre de 2009, un cintillo me nubla la vista:
FALLECIÓ LA DESTACADA ESCRITORA ANISIA MIRANDA.
De la cubana autora de “Cuando el Che era Ernestito”, “Cuentos y poemas”; “Compay Grillo” y fundadora de “Zun zun y “Bijirita”, revistas infantiles para todas las edades, much
o habrá que decir. De su unión en cuerpo y alma con ese “gallego” genial Xosé Neira Vilas y del raigal amor a Cuba, que contagió a su esposo a pesar de la lejanía, otro tanto.
Me limitaré a evocar el último y gratísimo recuerdo de ambos hace apenas un año, en su hogar de la campiña gallega. Después de mucho tiempo sin vernos, logré contactarlos en la Feria del Libro dedicada a Galicia en febrero de 2008, y quedamos en encontrarnos de nuevo, pues quería entregarle un obsequio a ella.
Así lo hice seis meses después para obsequiarle en persona, la copia digital de un libro editado por ella, con la colaboración de PALANTE. Se trata de “Te Veo Vietnam”, escrito por Alfonso Sastre con ilustraciones de José Testón. Sabía que Anisia no tenía ni un ejemplar del mismo, y al ver aquello lloró de alegría junto a la amplia sonrisa de su querido esposo. Gracias a mis dos “hijas” gallegas, Fina y Charo, que me proporcionaron la visita a ese rincón paradisiaco de Galicia, así como la gentileza de tomar las fotos del encuentro que pongo aquí a vuestra consideración. ¡Qué en gloria estés, Anisia!

16 oct 2009

NO ESTÁN TODOS LOS QUE SON, NI SON TODOS LOS QUE ESTÁN (I)

¿Se han fijado que lo más parecido a una caricatura es un dibujo infantil?
Igualmente comparable es la pintura primitivista o ingenua.
¿Por qué en edades tempranas hay tanta demanda por los “comics” y los animados del cine y la televisión?
Es que en cada niño hay un caricaturista en potencia. Que se desarrolle o no, depende de su propia maduración. Para algunos esa afición conduce hacia las artes plásticas en general o de adultos se convierte en un pasatiempo. Los profesionales del humor gráfico, son aquellos que derivan en víctimas de una adicción crónica, como un alcohólico cualquiera. Ese es mi caso. Pero en esta oportunidad trataremos de algunos casos significativos de caricaturistas ocasionales.
Empezamos con nuestro Héroe Nacional José Martí y una de sus autocaricaturas.Recuerdo en mi infancia que el famoso tenor Enrico Caruso, no sólo tenía una voz capaz de matar un burro con un do de pecho. Fue también un sagaz caricaturista personal, lo cual testimonió el maestro Massaguer en sus memorias.
Otro grande por entonces del pentagrama, Xavier Cugat, catalán de nacimiento pero formado musicalmente en Cuba, triunfó en Hollywood como un excelente director de orquesta. Era tan bueno con la batuta en una mano como con el lápiz juguetón en la otra.
Sin apartarnos del pentagrama: Bobby Carcacés, intérprete, compositor, y uno de nuestros jazzistas más destacados, tiene una colección de originales dibujos cómicos sólo comparables con su propia producción de instrumentos musicales absurdos.
¿Y qué me dicen de Silvio Rodríguez? Casi imberbe era ya un consagrado en la revista “Mella” de la juventud, donde sus caricaturas más que caer por el hoyo, se elevaban en “El Hueco”, sección gráfico-cómica de la publicación. Tenía un gran futuro mucho antes de que se le ocurriera cambiar el pincel por la guitarra. No es de lamentar pues: Ningún caricaturista, presente, pasado o futuro; criollo o foráneo, ha brillado tan alto.
Conocí a Luis Felipe Carneado cuando me confesó sus habilidades caricaturescas aunque no lo hizo profesionalmente en los primeros tiempos de Prensa Latina ni después, al frente de la Oficina de Atención a Actividades Religiosas, donde tuvo una destacada participación.
Aún recordamos a Idalberto Delgado en el personaje protagónico de “Tito el Taxista” o el Paco de “Alegrías de Sobremesa”, series radiales y televisivas de gran comicidad. Pues bien, en cierta ocasión asistí a una exposición de caricaturas suyas, donde no quedó un solo compañero de la radio que pudiera escaparse de su irresistible pincel.
Lamento no poder ofrecerles copias de los trabajos gráficos de esos dos colegas, pero quería dejar constancia de ello.
Este es uno de los dibujos que tuve el privilegio de ver adornando originales del Poeta Nacional Nicolás Guillén, cuyos márgenes mostraban garabatos jocosos, que él iba realizando en la medida en que coqueteaba con su musa.
Todos recordarán a ese innovador de la noticia radial que hizo de la inmediatez su meta. El uruguayo, que triunfó primero en la radio manzanillera y posteriormente conquistó a la nación con “Haciendo Radio” por Radio Rebelde. Pues bien: Es poco conocido que Jorge Ibarra colaboró mucho tiempo con PALANTE bajo la firma de Zaba, apócope de su segundo apellido, Zabaleta.Por último, traigo algunos ejemplos que para mis vecinos resultará una revelación: Corría la década de los años 70 en el pasado siglo, cuando dos inquietos jóvenes estudiantes compartían tareas sociales e inclinaciones al arte, comenzando sus pininos en el humorismo gráfico cubano. Ambos firmaban con seudónimos y hoy ocupan cargos de gran responsabilidad en la cultura nacional.
Uno firmaba Tato Páez o Tubal a secas, y el otro con sus iníciales AEP. Aquí van algunos de sus trabajos, entre ellos tres "tenis" en la cabeza. Otro dirigente de la esfera política llegó a tener un espacio fijo en la Revista “Bohemia” con el personaje cómico “Cheo el Cojo” y firmaba con sus iníciales: V.M. Comencé con una interrogante y termino con un enigma: ¡Identifique a estos tres autores!

10 oct 2009

SORPRESA CLIMÁTICA.

Esta no es la primera vez que abordemos en nuestras caricaturas el tema del cambio climático, ni será la última, pero quisimos reflejarlo mirando hacia regiones desérticas, tan vulnerables como nuestra isla bañada por el mar. Pero sobretodo por una noticia que nos ha puesto los pelos de punta. Hasta el momento, y ya estamos en octubre, todavía no nos ha azotado un huracancito de esos que nos tiene acostumbrados la temporada ciclónica, y que el año pasado nos dejó noqueados. Sin embargo, octubre, el mes-sorpresa del año nos tenía guardado una bajo la manga. Tras un verano infernal, el pasado día 7 la estación meteorológica de la ciudad de La Habana en Casablanca, marcó 35.6. ¡Récord de calor para el décimo mes del año! Cifra sólo superada por el ocurrido hace nada menos que 84 años. O sea: ¡Un calor del otoño de su madre!

A CINTIO.

El mes de octubre se presentaba cargado de temas para este modesto “blogero” empeñado en transmitir sus experiencias y sus fantasías; de ahí que en la edición anterior abordáramos algunos de esos temas, y otros tantos teníamos preparados para la próxima.
En medio de tan febril actividad, solo interrumpida provisionalmente por una molesta conjuntivitis, nos llega la triste noticia del fallecimiento el pasado mes de octubre del querido Cintio Vitier así, a secas, como a él le hubiese gustado.
Poeta de cuerpo entero, escritor y ensayista, el maestro Cintio heredó sueños y virtudes de otro Gran Maestro, José Martí: Valiente en su trinchera patriótica defendiendo las causas justas sin renunciar a sus creencias religiosas cuestionadas o no; hizo del apostolado ético martiano su barricada contra contaminaciones coyunturales, estudioso profundo, llegó a las raíces de nuestra literatura y de la poesía en particular. En cuanto a su vida familiar, sembró junto con Fina García Marrúz, una palma tan real como vertical; ejemplo para todas las generaciones habidas y por haber.
Lamento que esta caricatura inédita nunca le fuera entregada a Cintio en vida, debido a ciertos criterios que me hicieron dudar de su eficacia, y aunque no compartía esas opiniones, y las rebatí en su momento, por respeto a él no tuve la osadía de darla a conocer, aunque sé que le hubiese gustado. La caricatura, se presta a variadas interpretaciones y la modalidad del retrato no es una excepción. Tal vez ésa haya sido la verdadera causa.
Concebí la obra en una armonía de verdes, y a alguien se le ocurrió decir que era una irreverencia, por aquello de “viejo verde”. Juro que siempre vi a Cintio Vitier en verde: Verde-esmeralda como nuestro Caimán antillano; verde-acua semejante a las aguas de nuestras playas; verde-olivo guerrillero de la Sierra Maestra; verde como la esperanza de ese mundo mejor que soñaron Martí y Bolívar. En fin, verde-futuro que ya se asoma en el alba de Nuestra América.
Sea pues, éste mi modesto y postrer tributo a quien no ha muerto, sino quedará en el recuerdo, ahí… Donde mueren las palabras.

CAMILO Y CHE .

Una vez más el mes de octubre hermanaría en el recuerdo a los dos primeros combatientes ascendidos a Comandantes del Ejército Rebelde en la Sierra Maestra: Ernesto (Che) Guevara y Camilo Cienfuegos.
El Héroe de Yaguajay perece en un accidente De aviación frente a las costas cubanas el 28 de octubre de 1959. El Guerrillero Heroico cae en combate en la Quebrada del Yuro, Bolivia, el 7 de octubre de 1967.
Como recordación a estas efemérides reproduzco los dibujos que en su momento publiqué en el semanario PALANTE. El primero de ellos (1967) con motivo del llamamiento a la Tricontinental (1966) cuando el Che dice:

“Toda nuestra acción es un grito de guerra contra el imperialismo… En cualquier lugar que nos sorprenda la muerte, bienvenida sea, siempre que ése, nuestro grito de guerra, haya llegado hasta un oído receptivo y otra mano se tienda para empuñar nuestras armas.”

El segundo ese mismo año, cuando llega a Cuba de forma clandestina el diario del Che en Bolivia. En una operación secreta que involucró a editores impresores y distribuidores, en tiempo récord se llevó a formato de libro y se puso a la venta inmediatamente en una tirada millonaria.
Dos
años más tarde en la propia publicación realicé este cartel donde se define que si somos capaces de convertirlos en riquezas productivas para beneficio del pueblo, sus sacrificios no fueron en vano.

2 oct 2009

MISIÓN IMPOSIBLE.

Gustav, Hanna e Ike: Los tres violentos huracanes consecutivos que nos azotaron a lo largo del territorio nacional en los meses de septiembre y octubre del pasado año fueron de tal magnitud que causaron la mayor destrucción en bienes y servicios de toda nuestra historia.
Sin embargo, no fueron los más mortíferos. Fui testigo presencial de los desastres producidos por el ciclón Flora que atacó a la antigua provincia de Oriente en octubre de 1973.
http://www.granma.cubasi.cu/secciones/huracanes/2004/muy01.html
Mis vecinos del ciberespacio deben saber que dicha región, antes de la División Político Administrativa abarcaba cinco de las actuales provincias del este. A saber: Las Tunas, Holguín. Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo.
La fuerza de los vientos de aquel fenómeno, no era tan intensa, pero sí venía acompañada de tormentas de agua que sumadas al inesperado lazo que formó su trayectoria, encerrándolo entre las montañas orientales durante varios días, produjo una especie de diluvio universal, con nefastas consecuencias para personas, animales y cosas.
Ese suceso también me cogió desprevenido a mi, pues el entonces director de PALANTE, el venezolano Gabriel Bracho Montiel, me encargó la tarea de salir de inmediato para dicha provincia y reportar el cataclismo. Aunque de inicio aquello me pareció una misión imposible, me dije a mi mismo:--Blanco, dale sin chistar porque el periodista jamás debe rechazar un trabajo por absurdo que parezca--. Así que metí en mi mochila,lo imprescindible. Es decir, el cepillo de dientes, el bolígrafo y la libreta de notas, dirigiéndome a la terminal de Boyeros.
De pronto me vi montado en un avión de pasajeros de Cubana, pero sin asientos ni agarraderas porque había sido convertido en carguero para trasladar ropas y medicinas destinadas a los damnificados. Tuve que asirme bien fuerte al piso para no ser lanzado por el batuqueo de los baches aéreos y convertirme en otro perjudicado más.
Al volar a baja altura por la llanura Camagúey-Las Tunas, entendí perfectamente el motivo del viaje: La Isla había quedado cortada en dos, y sólo había comunicación por aire o por mar. Aquello era un inmenso lago tachonado por los techos de guano de numerosos bohíos donde familias completas, desnudos como Dios los trajo al mundo, esperaban ansiosos por la ayuda que les viniera del cielo, en forma de helicóptero.Desde el aire, la ciudad de Holguín daba la impresión de un portaaviones gigante flotando sobre el Cauto desbordado, y en su cubierta, cientos de personas, como incansables hormiguitas trabajaban en auxilio de los habitantes de las zonas rurales aledañas.
Al bajar la escalerilla del Britannia, otra sorpresa en forma de jeringuilla me daba la bienvenida para quedar inmunizado ante tanto contagio y contaminación ambiental.
Tenía que apurarme pues el crepúsculo pronto se transformaría en una especie de negativo fotográfico sin un cuarto oscuro para revelar la película. En ese escaso tiempo me presenté ante las autoridades locales y pude instalarme en el hotelito del pueblo a la luz de un quinqué, pues el apagón era tan universal como el propio diluvio. Aún así, a la luz de los faroles chinos heredados de la Campaña de Alfabetización, pude ver largas colas de personas con baldes y otras vasijas en procura de agua o alimentos. --Eso pensé yo ingenuamente.
Falso: Eran vecinos de los alrededores para conseguir petróleo con que incinerar los restos mortales de vacas, puercos y otros animales que por decenas ¿centenares? contaminaban el medio ambiente, y el entero también. ¿Con esos truenos, quien duerme?
Sólo el cansancio del Sr. Morfeo que viajaba conmigo logró vencer el insomnio de tanta desgracia acumulada ante mis ojos. ¡Y apenas había llegado a la zona de desastre! Así que me esperaba ver lo peor al día siguiente. Bien temprano en la mañana, con un buchito de café en el estómago, me lancé a la aventura.
Pero de nuevo me vi en el aire, esta vez a bordo de un helicóptero de la Fuerza Aérea Revolucionaría, que hacía un alto en sus continuas misiones de salvamento para llevarnos a mi y otros compañeros de la prensa hacia la zona de desastres al norte de la provincia.
Cuando descendimos cerca de Mayarí Abajo, que había sido cubierto por las aguas de Mayarí Arriba, la primera impresión al tocar tierra fue como si me noqueara el impacto de un hedor insoportable a punto de tirarme a la lona. Impresión macabra de las catástrofes reales que jamás se sentirá en las imágenes virtuales del cine o la televisión.
Pónganse en mi lugar: Llegaba a un pueblo náufrago de las inundaciones recientes. Gente que trataba de recuperar lo que el viento se llevó.
Vecinos que perdieron todas sus pertenencias, sus animalitos, y hasta sus seres queridos. Escasez de alimentos y agua potable,-de ahí la dichosa inyección-entre otras desgracias. Y yo, bolígrafo en mano cayéndoles a preguntas para un
semanario humorístico. Los rostros de mis interlocutores decían más que sus propias palabras, aunque algunas de ellas serían impublicables. De ahí el título de esta remembranza “Misión Imposible”.
Sin embargo, pronto me di cuenta de que con voluntad todo se logra, y me lancé a la odisea.
Estaba consciente que nada puede competir en objetividad e inmediatez con la instantánea oportuna o las tomas en vivo del telediario. Pero, a veces la intensidad del fenómeno, la rapidez con que ocurre, o el peligro que representa, hace imposible su correcta realización. Mi perseverancia logró convencer a algunos testigos presenciales quienes comenzaron a narrarme sus vivencias. Estaba lanzado el reto y comenzaba a ceder la resistencia.
Ahí entró a jugar la interpretación del testimonio y la agudeza del lápiz-, logrando captar imágenes, aparentemente intrascendentes, que en situaciones extremas no pudieron plasmarse, o se pasaron por alto. A lo largo de esta croniquilla hemos venido publicando algunas de aquellas escenas que ningún otro reportero pudo captar igual, y que yo, también en sus inicios catalogué de Misión Imposible. Pero al final, se impuso la voluntad profesional y característica de nuestro pueblo de ¡Si SE PUEDE!

DÍA DE LA RAZA.

“La verdadera historia de Cuba es la historia de sus intrincadísimas transculturaciones”.
Don Fernando Ortiz

Tradicionalmente el 12 de octubre se celebra el Día de la Raza en los países de habla hispana. Y yo me pregunto:
¿Qué raza?
Pueden ser muchas, a saber: Mestiza, negra, amarilla o caucásica---como se le dice ahora a la blanca--. Pero debe haber unas cuantas más.
La fecha marca lo que se llamó el Descubrimiento de América.
¿Cuál descubrimiento y qué América?
Solo se descubre lo que ya existe, lo otro es invento. El objetivo de Colón era descubrir el camino a la India, quedándose a mitad de camino. Por tanto América vino a ser bautizada siete años después, en honor al navegante italiano Américo Vespucio, quien recorrió gran parte del continente suramericano entre 1499 y 1502.
¿Quienes lo dijeron, los descubridores o los descubiertos?
La historia la escriben los vencedores, así que podrán imaginárselo ustedes mismos. Además, los siboneyes analfabetos, no podían documentarlo aunque quisieran. Para su primitiva fantasía, ---más desnudos que descubiertos--, los conquistadores eran una especie de centauros con cáscara.
En vez de un hallazgo, debíamos calificarlo como el Encontronazo de Dos Culturas, pienso yo… Desencuentro para otros más radicales. Pero… ¿Cuáles culturas?
¿La importada del Viejo Mundo, o las autóctonas incas, mayas, y aztecas, por solo contar con las principales civilizaciones? Pues como se ve eran mucho más que dos culturas.
Pienso que en realidad, lo que descubrió Cristóbal Colón fue la globalización, ya que se aventuró allende los mares en un mundo que hasta ese momento era liso como un plato. Pero eso de llamarnos indios fue una barbaridad etnográfica que mantuvo hasta la tumba, a pesar de las demostraciones cartográficas de Juan de la Cosa. Con esa cosa, el Gran Almirante demostró ser el Gran Cabeciduro.
Los pueblos caribeños desaparecieron a golpe de trabajos forzados, cepo y fustazos; por suerte fueron directo al cielo, ya que antes habían sido bendecidos en la pila bautismal. Este genocidio fue la primera limpieza étnica del Nuevo Mundo.
Al descubrir que aquí no podían descubrir más nada. Es decir: minas de oro y plata, los conquistadores descubrieron que nuestras islas podían servir de trampolín hacia una Tierra Firme, más promisoria, donde sí existían minerales preciosos: ¡Y en cantidades navegables! ¡Había nacido una Nueva España!
Sin comerlo ni beberlo, Cuba se convirtió en la Llave del Nuevo Mundo, y escala obligada de las fabulosas riquezas transportadas por las Flotas; pero también blanco de la codicia corsaria y pirata.
Lo que no sabían muchos es que estos bandoleros del mar, en sus inicios nada belicosos, eran simples contrabandistas, que le jugaban cabeza a las prohibiciones del Estanco, y como tales se situaban fuera de la ley. Otros se dedicaron al negocio de la Trata de negros. La de blancas vino siglos después pero al revés: Ahora las esclavas del amor son llevadas de regreso a los lupanares de la Vieja Europa.
Pero, volvamos atrás: Además de ser un gran negocio, el trasiego humano era una necesidad histórica. Sin pacíficos nativos: ¿Quiénes cortarían la caña en las plantaciones para usía bajo el infernal sol tropical? ¿Dónde adquirir una servidumbre dócil y barata para vuestra Eminencia en la encomienda? Con el permiso de su merced, veamos anuncios de la época.
Admitamos entonces que tuvimos una emigración voluntaria blanca con collares de oro, y otra forzosa negra con collarines de hierro. Sumemos los millares de culíes chinos, --laboriosas hormiguitas de ojos oblicuos--, traídos a Cuba como fuerza semi esclava, y tendremos en el mortero los ingredientes para la mezcla demográfico-cultural cubana.

Durante mucho tiempo la burguesía criolla asfixiada por el yugo español, tenía ganas de liberarse pero se aguantaba… Padecía el síndrome de la Revolución Haitiana, lo que representaba para ella un negro futuro, y por tanto, atraso en vez de adelanto.
Fue Carlos Manuel de Céspedes, el Padre de la Patria quien en 1868 puso el Grito de Yara en el cielo para liberar a los esclavos, y estos hicieron buen uso de su instrumento de trabajo convertido en arma letal. Ahora en vez de cortar caña, el machete cercenaría cabezas enemigas. Los culíes chinos se sumaron a la carga para matar bribones y no pocos llegaron a ocupar altos grados militares en el Ejército Libertador. Invitamos a visitar el monumento que perpetúa su memoria en el céntrico parque de L y Línea en el Vedado.
Esa primera contienda tomó el nombre de la Guerra de los Diez Años. Tiempo de cargas al machete contra cargas de fusilería, quema de plantaciones como método de convertir en cenizas la economía colonial. Hubo delaciones, fusilamientos, deportaciones, y otros llamados males colaterales en el campo, los que no opacaron la ostentosa vida cultural de la fiel Isla de Cuba en la capital. Un buen ejemplo: El Teatro Tacón, donde la sociedad seudo aristocrática habanera echaba un tacón al compás del vals o la contradanza. La rancia prensa oficial como el “Diario de la Marina”, o ligera de ropas como “Don Junípero” y “El Moro Muza” entre otras, utilizaron la caricatura para satirizar a los llamados laborantes, --criollos en general--, teniendo al pintor de origen valenciano Patricio de Landaluce como principal exponente con sus Tipos Populares.
Componentes—árabes, y judíos, entre otros--, se les agregaron al ajiaco étnico de nuestro país, cuyo plato fuerte lo compondrá en lo adelante la vianda mulata y el chorizo gallego, con aderezos de las especies imprescindibles en la comida china.
Soy un genuino representante de esa mezcolanza formada por espermatozoide peninsular y óvulo criollo, pero no dejo de reconocer que en mi ADN falta un ingrediente básico. Si me comparo con Wifredo Lam, el pintor mulato-achinado más grande que haya dado nuestro país, me quedaría corto, pues su mejunje, tuvo sangre blanca, negra y asiática a la vez.
El costumbrismo también subió a los escenarios del llamado Teatro Bufo, donde se hicieron fuertes el desenfado, la picaresca, y el choteo, yendo desde la sorna a la carcajada. Ese sainete criollo por lo general descansaba en un cuarteto formado por el gallego, el negrito, la mulata y el chino.
Con el advenimiento de la República (Made in USA) la payasada del bufo se vistió de cubanía con el teatro vernáculo; pero siguió descansando en las mismas cuatro patas de su elenco costumbrista. De ahí que heredáramos frases típicamente racistas como: “¿Y tu abuela dónde está?” y ”Aquí el que no tiene de congo tiene de carabalí”, u otras referidas al carácter asiático: “Lo engañaron como un chino” o “Búscate un chino que te ponga un cuarto”
Me propongo puntualizar algunos aspectos y personajes de la colonia china en Cuba, como parte indisoluble de nuestra idiosincrasia, pero por su extensión lo dejaremos para otra ocasión.

LOS CHINOS EN CUBA.

Hay un refrán que dice: “La ocasión la pintan calva”
Al mirarme en el espejo, pienso que la ocasión ya llegó. Así que continuemos lo prometido en el trabajo anterior
En estos días el Barrio Chino de la capital celebró en grande el 60 Aniversario de la República Popular China, aunque esa grandeza local sea relativa en comparación con el país asiático. En este caso el uno puede representar millones, ya que nuestra isla, siendo la mayor de las Antillas, cabe en un barrio de Beijing.
Hoy no tanto, pero en mi niñez, --hace aproximadamente tres cuartos de siglo,-- todo lo relacionado con China venía envuelto en papel de china; es decir en el misterio.
De ahí que el primer personaje de aventuras que me emocionara en los balbuceos de la radio en Cuba fuera el detective chino Chan Li Po, debido a la pluma de ese grande que fue Félix B. Caignet.
El programa original fue transmitido por la CMKD de Santiago de Cuba en el año 1934, aunque yo lo disfrutaría a partir de enero de 1937, cuando la serie, su autor y el protagonista principal Aníbal de Mar se trasladaron a la emisora Radiodifusión O´Shea situada en los altos del actual Hotel Plaza en el centro de La Habana.
El éxito de Caignet, según el autor del libro descansaba en haber incorporado por primera vez el narrador omnipresente, no sólo en esta serie sino en toda su obra posterior, cuyo mayor éxito fue la radionovela “El Derecho de Nacer” con decenas de versiones en la radio, la televisión y el cine de todo el mundo. Estos datos fueron tomados del capítulo “El éxito de pacieeencia muuucha pacieeencia” (Páginas 62 a la 84) del libro titulado “El más humano de los autores” de Reinaldo González
http://cine-cubano-la-pupila-insomne.nireblog.com/post/2009/02/17/el-mas-humano-de-los-autores-de-reynaldo-gonzalez .
Yo diría más: Chan Li po con su perseverancia investigativa y Caignet, con su particular dramaturgia, lograron dejarme diariamente colgado de la trama, como un insecto en la telaraña. Algo intrigante para un niño como yo por entonces¸ quien más crecidito y con mayor información pude reconocer más tarde en las películas de Alfred Hitchkok “El Mago del Suspense”.
La delicadeza en el habla, la exquisitez deductiva y la parsimonia asiática definían el personaje Chan Li Po. En poco tiempo la serie se convirtió en un fenómeno masivo de popularidad. Los cines y otros espectáculos, afectados por la taquilla, pusieron altavoces para que el público pudiera oír antes de la función, aquel famoso latiguillo de “Paciencia, muuuuuuuuucha paciencia”, con que el investigador se enfrentaba siempre al crimen. Ni eso les dio resultado: Tuvieron que cambiar sus horarios nocturnos de apertura por coincidencia con la transmisión de los capítulos.
La primera película hablada del cine cubano fue precisamente “La Serpiente Roja”, adaptación cinematográfica de una de aquellas aventuras. Sólo fragmentos de la misma se conservan en la Cinemateca, pues el filme desapareció envuelto en las llamas de un incendio tan enigmático como la propia serie que le dio vida.
De aquel primer héroe de mis recuerdos, no tendría para cuando acabar; pero no fue el único que trascendió. Otro chino, tan memorable como Chan Li Po, pero de carne y hueso, dio mucho que hablar también, pero ochenta años antes. Se trata de Chan Bon-biá, médico asiático tan exitoso que la frase “A éste no lo salva ni el médico chino” pasó a la historia hasta nuestros días.
Falleció también de forma misteriosa. No se sabe si por muerte natural o víctima de sus colegas en Cárdenas como venganza por arrebatarles la clientela a golpes de eficiencia.
Para terminar con mis recuerdos infantiles, veamos mis vivencias:
Fruta preferida, la naranja china.

Enfermedad más difundida, la china.
Juegos entre niños, la chinata.
Y entre adultos, las damas chinas.
Entrante más socorrido, la sopa china.
Zona no apta para menores por entonces, el barrio chino.
Veamos por qué:
La mayor parte de la colonia china se concentraba precisamente en ese barrio de Centrohabana, pero cientos de pequeños negocios fueron sembrados en toda la periferia de la capital por la iniciativa, la imaginación, constancia y laboriosidad de sus propietarios asiáticos.
Un establecimiento inolvidable era el tren de lavado. Donde decenas de inmigrantes del Lejano Oriente laboraban de forma cooperativa en casonas alquiladas y de alto puntal para dar servicio de lavado y planchado a precios módicos. Caracterizaba el inmueble un penetrante olor a lejía y el humo del agua hirviente en enormes calderos donde las sábanas salían blancas como el coco. Eran expertos en el almiodonado de guayaberas de hilo, muy abundantes en la moda de entonces. El delincuente tenía que ingeniárselas para robar en locales donde las prendas de vestir se guardaban colgadas en perchas de dos o más metros de altura. Y en cuanto al control interno, nunca se perdía una pieza; durante años guardé los calzoncillos marcados con letras indelebles de tinta china situadas en sus lugares más íntimos.
Si estos chinitos eran del continente o de las islas, lo desconozco porque en aquella época se les decía a todos: Chino-manila.
Los alrededores de la capital antaño estaban sembrados de labriegos asiáticos y de sus huertos; eran verdaderos especialistas en el cultivo de verduras y hortalizas, con las que se abastecía no sólo la Plaza del Mercado, sino también los numerosos puestos de frutas.
El chino que al casarse se independizaba de esa soltería gremial en los trenes de lavado, montaba su negocito propio. Recuerdo la tiendecita de frutas de mi barrio, donde lo que más me llamaba la atención eran los helados reciclados de frutas naturales y las crujientes frituras y bollitos de malanga, bacalao o carita, caracterizados por las tres bes del comercio gastronómico: Bueno, bonito y barato.
El Barrio Chino de la época era otra cosa. Allí se concentraban los grandes negocios, restaurantes, hoteles, tiendas comerciales, casas de juego y prostitución, formando una amalgama de vida nocturna; especie de zona rosa, donde todo parecía oculto pero estaba permitido.
En el centro de esta vida bohemia se levantaba un un sitio emblemático que requeriría un trabajo aparte: el Teatro Shangai, (sólo para hombres). Donde los machos pagaban por butaca y las hembras cobraban por desnudarse. Es decir: Debían entrar por la puerta del fondo para enseñar sus fondillos en escena.

Protagonista principal del ambiente y el más conocido de todos sus personajes fue el Chino de la Charada, representado en esta caricatura que publiqué el 25 de septiembre de 1981 en el semanario PALANTE. La misma se hizo relacionándola con la campaña de salud pública para erradicar vectores.
Muy parecido al famoso “Yellow Kid” de los comics norteamericanos, el nuestro no tenía color y de su bata colgaban todos los llamados “bichos” que simbolizaban a cada uno de los 36 números con que contaba este juego de azar.
Al contrario del Sorteo de la Lotería, legalizado en Cuba desde tiempos de la colonia, el chino de la charada se jugaba a escondidas, y en realidad su origen no era asiático, pues tanto el banquero como los jugadores eran cubanos. Constituía un acertijo donde el número premiado y su representación gráfica debía coincidir con cierto versito propuesto por la banca.
Todo ello constituía un buen truco para capturar incautos, porque generalmente la proposición verbal no coincidía con la gráfica. Veamos un ejemplo: Si la adivinanza decía: “Elefante que camina por los tejados” Todo el mundo apostaba por el 9 (elefante) pero tiraban el 23 (vapor). Y el ingenuo caía una y otra vez centavo a centavo en las redes de esta estafa, multimillonaria por su poder de convocatoria..
Detrás de este panorama bohemio, folklórico y lúdicamente virtual se escondía como en los episodios de Chan Li Po, el drama del bien contra el mal, de la pobreza enfrentada a la abundancia, o del choque entre el explotado y el explotador, en la arena de un circo donde había que hacer maromas para subsistir. Aquí expongo el testimonio personal de una época que para vivirla y contarla había que sufrirla en carne propia, y sobre todo tener… Paciencia, muuuuuuuuucha paciencia.