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29 ene 2010

EL PRIMER AMOR Y EL ÚLTIMO TRANVÍA.

Ésta es una historia de amor, y como tal posee gran dosis de subjetivismo. En ella se enlazan hechos verídicos con aportes imaginativos en aras de hacer más interesante el conflicto.
Corrían los tiempos en que Marlon Brando escalaba la fama a bordo de aquel caprichoso y apasionado tranvía.
Yo era el linotipista más joven del periódico “El Globo”, privilegiado con el título de bachiller y por mis condiciones artísticas que me permitían colaborar gráficamente en la página deportiva de los domingos.
La publicación pertenecía al acaudalado Salvatore Bartolette, italiano de nacimiento y mafioso de corazón, quien ya había ampliado sus acciones en los medios con la Empresa “Tele-Globo”.
A menudo, nos visitaban hombres de negocio norteamericanos, entre ellos Mr. Clark Kent, dueño de una cadena de periódicos con acciones en los Piratas de Pittsburgh. En uno de sus recorridos, pasó por los talleres y quedó impresionado por aquel joven de pelo crespo, imberbe, y que respondía en un inglés bastante potable para la época.
Parece que ese efecto también impactó a su agraciada hija Mary, quien lo acompañaba para curiosear por su cuenta en las “exóticas” islas del Caribe.
Joven, rubia, con todos los atributos del “glamour” típico de Hollywood, me causó tal impacto que quedé más chiflado que flechado . Parece que el dardo de Cupido tenía efecto retroactivo porque ella también comenzó a derretirse en medio de sus vacaciones veraniegas.
A pesar de mi rústico inglés de Jorrín, logré empatía en aquella, su corta estancia en Cubita la Bella, y la química del deseo logró el resto. Mientras el padre y muy señor mío atendía sus negocios, ella iba a lo suyo, siempre a bordo del auto descapotado que la Empresa de Bartolette había puesto a su disposición para los paseos capitalinos.
(Aclaración: Don Salvatore era también propietario de la “Mayor Motors”, empresa distribuidora de aquellos famosos “cola de pato”).
Pero se acercaba la hora de la despedida y ni ella ni yo deseábamos una separación tan brusca.
Acordamos un plan: Mary convencería a su padre para facilitarme un viaje a los Estados Unidos, y una vez allí mediante contrato en una de sus publicaciones, podríamos consolidar las relaciones para un futuro himeneo Fijamos el reencuentro en cierto palco del estadio de Pittsburg durante un partido entre los Piratas y los Medias Blancas. ¿La fecha? El 14 de febrero: “San Valentín´s Day”.
Cinco días antes, exactamente a las tres de la tarde, hora en que mataron a Lola, ajustaríamos los detalles en la “Bodeguita del Medio”. Yo debía acudir con todos mis papeles en orden, pues unos minutos después ella debía marchar hacia Varadero, donde Mr. Kent pasaba las últimas horas de su estancia en el bar del “Hotel Internacional” acompañado por su inseparable “H.Upmann”. Los tres: padre, hija, y tabaco, partirían de regreso esa misma noche
Puntualmente y lleno de ansiedad me dirigí en la tarde del 8 de febrero de 1952 a la parada del tranvía en el momento en que raudo y traqueteante se alejaba el No.388 de la ruta “Príncipe-Avenida del Puerto”. Pasaron minutos que me parecieron horas y pasaron horas que me parecieron meses sin que pasara otro. Algo raro pasaba, como pasajero busqué un taxi salvador, pero todos pasaban llenos.
En la medida en que la hora señalada se acercaba, se alejaba aquel “mojito” que sellaría nuestro apasionado compromiso en la “Bodeguita”.
Y así ocurrió: “Mary is a girl, pero is not a fool”.
Vencido el tiempo pactado, ella se alejó al timón de su lujoso coche color malva rumbo a la Via Monumental, destino Varadero. Ambos: La playa “más hermosa del mundo” y su padre, la esperaban con los brazos abiertos.
Quedé clavado en la esquina como el tango de Gardel…“Flaco, fané y descangallado…” cuando una algarabía en forma de manifestación callejera me volvió a la realidad. Un numeroso grupo de estudiantes, portaba pancartas y gritaba consignas contra el último negocio fraudulento del gobierno de Carlos Prío.
Se trataba del Decreto-Ley No.894 de 4 de mayo de 1950, por medio del cual el Estado cedía las obligaciones con la “Havana Electric Railroad Company” (tranvías) a favor de “Autobuses Modernos SA.” (Las impopulares “enfermeras”, bautizadas así por su color blanco), cuyas principales acciones recaían precisamente en las cuentas bancarias de los hermanos Prío.
Ese asalto a las arcas del Tesoro rebosó la copa de la paciencia ciudadana y desencadenó la revuelta estudiantil, lo que unido a mi desengaño por aquel tranvía que me había dejado plantado, provocó tal ataque de ira que de inmediato me sumé a la marcha.
El furor se convirtió en grito: --El más iracundo de todos--, y mi brazo lanzó con tal violencia los proyectiles improvisados que estremecían aquellos trastos albinos con ruedas.
Tras el masivo ataque, más que enfermeras parecían enfermas manchadas con la sangre de nuestros tomatazos. Claro, yo no era el único pitcher de ese desafío.
Por eso aquel 14 de febrero de 1952 que soñé en brazos de mi amada Julieta --Mary in English spoken--, lo pasé en el vivac del Castillo del Príncipe, por conducta impropia y escándalo público.
No recuerdo si ese año fue bisiesto, lo que sí sé es que --un mes después de aquel último tranvía donde se me fugó el deseo--,-Batista, aupado por los Estados Unidos, dio su cobarde golpe de estado, del 10 de marzo.
El “madrugonazo” teledirigido fue posible gracias a la corrupción imperante en las altas esferas del poder, y por el desaliento generalizado debido a la muerte de Eduardo Chibás, líder indiscutible del pueblo que invocaba “Vergúenza contra dinero”.
Hasta aquí mi relato de inociencia-ficción, en el que, como dije al principio, hay elementos falsos y otros reales. Lo cierto es que nunca más vi un tranvía circular en la capital.
Los dejo para que sean ustedes mismos—mis pacientes vecinos-- quienes saquen sus propias conclusiones.

EL AMOR ES COSA DE DOS.

Queridos vecinos:
Quiero que me disculpen algunas lagunas que salen a flote en estas remembranzas que con frecuencia les ofrezco.
Una de ellas ocurrió en febrero de 1965 con motivo del Día de los Enamorados.
Resulta que en el número de PALANTE con fecha 11 de febrero de ese año, publiqué una página, donde vinculo la celebración de la Feria del Libro con las peripecias amorosa, que reproduzco a continuación:
Pero, lo curioso no estriba ahí, sino que en esa misma edición se anuncia la salida de un libro titulado “El Amor es cosa de dos”, original del redactor humorístico Juan Ángel Cardi. Como adelanto, se reproducían en las páginas siguientes algunos capítulos de la obra. Estos iban desde las caricias de Adán y Eva en el Paraíso, hasta los amores salvajes de Tarzán y Juana. Cada uno de esos episodios estaban ilustrados por los colegas Nuez y Arístides.
Y ustedes se preguntarán:
--¿Qué tiene eso de extraño?
Hasta ahora nada, lo que pasa es que esa obra en su soporte libresco fue presentada un año más tarde durante la Feria del Libro de 1966, pero en esa oportunidad totalmente dibujada por mi.
Como testimonio, aquí va la promoción del acto publicada el 7 de abril de ese año en el mismo semanario. Si se fijan bien, en la foto aparezco mordiéndome la lengua mientras firmo una de las dedicatorias. Lamento que el autor del texto, esté irreconocible tras el disfraz de Don Juan Tenorio, --cosas de Cardi--. Se trataba de un libro de mínimo acceso por su dimensión, pero escrito con máxima calidad humorística.
Ahora sí coincidirán conmigo en la rara substitución: ¿Qué pinto yo en un libro que originalmente fue ilustrado por otros dos colegas?
Si ustedes no los saben, los remito al primer párrafo del trabajo donde pido excusas anticipadas porque, después de treinta y cuatro años transcurridos, yo tampoco me lo explico…

VISITA QUE NOS ENORGULLECE.

A partir de mediados del pasado mes nos visitó una entusiasta delegación de seis caricaturistas norteamericanos, presididos por la viuda de Charles Schultz, afamado autor de los personajes Charles Brown, Lucy, Linus y Snoopy, siendo este último, el más popular entre nosotros.Su apretada agenda incluyó una visita a la redacción de PALANTE, siendo recibidos por el personal de plantilla y sus colaboradores. En la emotiva velada se intercambiaron criterios y obsequios como el que se muestra a continuación: La entrega de un ejemplar del libro “La Leyenda que Camina” a Jean Schultz, quien solicitó le fuera autografiado por sus autores. La propia directora de la publicación Mercedes Ascano se encargó de reportar el encuentro para el sitio “Cubaperiodistas” http://www.cubaperiodistas.cu/noticias/enero10/19/03.htm
Los colegas no quisieron despedirse de Cuba sin una visita a la “Bodeguita del Medio” y retratarse bajo la sombra del Gordo y el Flaco, en compañía de su autor, Menda. Allí, vísperas de su partida, nos unimos como mejor pudimos para dejar un recuerdo de ese momento inolvidable para mí. Por suerte cupimos todos.

26 ene 2010

RESUMEN DEL MES DE FEBRERO.

CUALQUIER TIEMPO PASADO FUE... PROFESIONAL.
22 de febrero de 1922.- Tiger Flowers se convirtió esa noche en el primer campeón negro de la división mediana en los Estados Unidos. Lo que no se sabía aún era que el titular derrotado Harry Grebb tenía un gran defecto descubierto a su muerte: Un ojo de vidrio. La corona de Flowers duró menos de dos años, pues siendo fervoroso creyente se retiró del boxeo con el propósito de abrazar la fe, y regresó al ring el 9 de noviembre de 1927 para un programa benéfico-religioso. Tres días después volvió a subir al encerado con el mismo propósito. Esta vez perdió la pelea y junto con ella la vida a consecuencia de los golpes recibidos en el combate.
3 de febrero de 1927.- El lanzador cubano Isidro Fabré se enfrentaba como pitcher tapón al panameño Oscar Lewis. Lanzaba nada menos que 17 y dos tercios de innings cuando el juego se suspendido empatado a cuatro carreras. Pero no por lluvia, ni por oscuridad, sino porque había que entregar el terreno para un partido de balompié.
UNA VUELTA MÁS.
9 de febrero de 2010. – Se dará el pistoletazo inaugural de la Vuelta Ciclística a Cuba en la ciudad primada de Baracoa, para su primer tramo hasta Guantánamo, atravesando la isla de Oriente a Occidente. Destacados ciclistas cubanos y extranjeros se disputarán la primacía hasta llegar a la meta en el Capitolio Nacional. He aquí mi versión.

A PROPÓSITO DE LA VUELTA
Cuando preparaba el Código Atlético, a comienzos del siglo XVII, Pompeyo Leoni descubrió el boceto de una bicicleta, entre los originales del originalísimo Leonardo da Vinci. El descubrimiento de ese nuevo Código del autor de la Mona lisa, fue avalado por el profesor Augusto Maritoni, experto italiano de sus obras. Como no he visto dicho dibujo, me lo imagino así: Y que me perdone su famoso descendiente Leonardo Di Carpio.

18 ene 2010

RESUMEN DEL MES DE ENERO.

CUALQUIER TIEMPO PASADO FUE... PROFESIONAL.
En mis primeros años como dibujante en la prensa, atendí la sección dominical de curiosidades deportivas “¿Lo Recuerda Ud.?” en el diario EL MUNDO.
Precisamente del baúl de los recuerdos extraigo estas barbaridades boxísticas a mil años luz de nuestra realidad actual:
26 de enero 1933.- Por primera vez se adquieren los protectores de foul para que las peleas no terminaran por golpes bajos. Esos taparrabos profilácticos se alquilaban a 25 centavos la pelea. Por tanto, algunos tenían que enfrentarse a capela.
6 de mayo de 1937. – Trajeron un boxeador extranjero con el nombre de Kayo Morgan, al averiguar que era Mario Santana, se suspendió el programa, con la rechifla del respetable.
4 de octubre 1943. – El referee Quintana paró una pelea entre Joe Legón y Kid Tunero. Poco después por resolución del Comisionado de Deportes,--el testaferro batistiano Jaime Mariné – se declaró no celebrada.
24 de febrero 1945. – Otra pelea de Tunero, esta contra el campeón dominicano “Zurdo del Higuamo” tuvo un final trágico.
El veredicto, al favorecer a este último produjo un gran escándalo donde corrió más sangre fuera que dentro del ring, pues hubo un muerto y varios heridos.
21 de marzo, 1949. – En el Havana Boxing se celebra una pelea de exhibición entre Rosa Gutiérrez y Norella Thondike. Si mi memoria no me falla, fue la primera vez que dos representantes del sexo débil en Cuba, demostraran cuál era más fuerte.
17 de diciembre, 1955. – Mario Moreno, se niega a seguir peleando esa noche en la Arena Trejo, aduciendo que había poca luz. Lo que parecía más un chiste del mexicano Cantinflas que de su tocayo cubano.
Estimados vecinos: Si me tropiezo con nuevas extravagancias les prometo seguir abusando de vuestra paciencia.

TRIBUTO PERMANENTE.
Con el estilo del letrismo, muy de moda entonces, quisimos recordar a nuestro Héroe Nacional José Martí, en esta portada publicada, precisamente, a 130 años de su natalicio, el 28 de enero de 1983. Como hemos señalado en otras ocasiones con sus propias palabras: HONRAR HONRA.

EN LA CIMA DEL MUNDO.
En estos primeros días del año, tres jovenes argentinos realizaron la proeza de escalar la cima del Aconcagua en un acto de solidaridad con los cinco héroes cubanos presos en las cárceles del imperio.
La hazaña de estos bisoños alpinistas tenía por objeto colocar en la cumbre más alta de América una bandera de protesta como respuesta al injusto encarcelamiento de Gerardo, Fernando, René, Antonio y Ramón.
El logotipo diseñado por uno de ellos -el caricaturista Gerardo Hernández Nordelo- ondea ya en el techo del continente a pesar de quienes pretenden tapar el sol con un dedo.

LA ÚLTIMA PARADOJA TERRORISTA.

Si -según el diccionario- terrorismo significa amenaza o terror, y paradoja es una extravagancia o una exageración, no nos hemos equivocado en el título.
Lo que es peor, tras la caída del muro de Berlín y la desaparición de la URSS la palabra comunismo dejó de ser el tabú imperial y sus tanques pensantes se viraron para crear un nuevo ismo con qué meternos miedo.
Apoyados en esa excusa inventaron guerras preventivas, limpiezas étnicas, amenazas musulmanas, y otros inventos mediáticos que justificaran una o varias guerras no tan frías como la anterior.
A eso el estado norteamericano le llamó terrorismo, olvidándose del verdadero: El terrorismo de estado, que nació mucho antes que el desplome de las Torres Gemelas y del fantasma de Bin Laden.
¡Si lo sabremos nosotros los cubanos!
Pero volvamos al título: El gobierno de los Estados Unidos, ahora presidido por un negro, inventó una lista negra donde incluyó a Cuba entre 14 supuestos países terroristas, empezando con medidas especiales a tomar en los aeropuertos norteamericanos y de países afines.
Independientemente de las voces que ya se levantan indignadas en los propios Estados Unidos, quisiéramos refrescarles la memoria a sus voceros: A partir del triunfo revolucionario de 1959, comenzaron las serenas amenazas, los pacíficos sabotajes, los sosegados atentados, los ingenuos bombardeos a instituciones civiles y otras inocentes acciones contra nuestro agresivo país.
A un año del despertar de un pueblo, el 12 de enero de 1960, una avioneta quema cañaverales en las zonas de Bainoa, Caraballo y San Antonio de Río Blanco, en la provincia de La Habana. Dos semanas después, exactamente el día 28 y como regalo en el natalicio de José Martí, repiten la hazaña varias avionetas sobre las plantaciones de los centrales Manatí, Santa Lucía, Adelaida y Punta Alegre.
Dicen que a la tercera va la vencida: Un año más tarde, el 18 de febrero, estalla en el aire una avioneta sobre el batey de otro central azucarero en Matanzas. Al parecer a uno de sus tripulantes se le cayó una bomba accidentalmente en el momento de desactivarla. El otro pasajero, también fallecido resultó ser un norteamericano perteneciente al cuerpo de seguridad gringo.
¡Qué casualidad, todas esas naves piratas procedían de Miami, una republiquita bananera en medio del territorio norteamericano!
Esa misma noche, Fidel abordó el suceso en el programa televiso Ante la Prensa, y los datos los tomé de las efemérides publicadas el 7 de enero del 2010 en el periódico Granma.
Si he utilizado expresiones irónicamente terroristas les pido disculpas a nuestros vecinos. Fue con toda intención.
A propósito: Para la Feria del Libro del próximo mes se presentará el libro de historietas de nuestra autoría “Hazañas del Mar”, uno de cuyos capítulos se basa en el ataque de un guardacostas norteamericano al carguero “Hermann”, arrendado por Cuba, y ametrallardo con la intención de hundirlo en aguas internacionales del golfo de México el 30 de enero de 1990. Es decir: Uno de tantos ataques injustificables, efectuado 20 años antes de que ellos mismos nos declararan terroristas.
¿Es o no una paradoja? ¡Ver para creer!

HASTA QUE LA MUERTE LOS SEPARE.

Rafael (Felo) Díaz nos tenía acostumbrados a sus multitudinarias panorámicas en PALANTE. Poseía la destreza del miniaturista, y muchos lectores se valían de lupas para comprobar la minuciosidad del detalle en cada uno de los personajes allí representados. Reflejaba como nadie las concentraciones en la Plaza de la Revolución, el bullicio de los Carnavales, o cualquier otra manifestación masiva de nuestro pueblo con un barroquismo muy personal.La yunta Felo Diaz-Valdés Díaz, (aunque con idénticos apellidos, solo emparentados por el humor) duró toda la vida, compartiendo sueños y sufrimientos, más de lo último que de lo primero, y casi siempre por abrazar las causas más nobles en tiempos de oligarquías y dictaduras, cuando el comunismo era una mala palabra en Cuba. Por aquella época los caricaturistas de izquierda eran marginados por los grandes medios de la derecha, y a veces tenían que sobrevivir aceptando trabajos de poca monta y peor remuneración..
Aún así, Humberto Valdés Díaz, (San Nicolás de Bari, La Habana, 1927)-con más suerte que Felo Díaz-, ya había dejado su huella de consagrado caricaturista en “Zig-Zag” e “Información” antes del triunfo revolucionario.
De él diría Evora Tamayo, en el libro “25 Años de Humor en Palante”: “Supo aprovechar las oportunidades que le brindó la prensa burguesa para denunciar, por ejemplo, la dolorosa vida que llevaba el obrero azucarero explotado por el capital extranjero…”
La pareja se vio involucrada en otros muchos proyectos editoriales, transitorios en tanto que románticos, como el tabloide ACTUALIDAD CRIOLLA, de breve vigencia y precario soporte publicitario.
Al triunfo de la Revolución hallamos a Val colaborando en EL PITIRRE, suplemento del diario LA CALLE, cuyo lema “Por mucho que el aura vuele, siempre el pitirre la pica” era de su autoría.
Sin embargo, al fundarse PALANTE Y PALANTE en octubre de 1961, mientras Rafael (Felo) Díaz formaba parte de su staff de caricaturistas,
Humberto Valdés Díaz bajo la orientación del Che, se encontraba dirigiendo otras empresas del Ministerio de Industrias como la fábrica de conservas “Libertad” en la provincia de Matanzas.
Un par de años después de incorporarse al semanario, el 12 de enero de 1966 debutó en PALANTE su sección fija titulada “Foto-Plaf” y ese mismo día también surgió su proyecto “Tiza sobre el asfalto” multitudinaria actividad pictórica de participación infantil, pero por su carácter masivo pasó más tarde a ser coordinada por el Plan de la Calle del INDER.La chispa de Val era permanente, de ahí que pronto dieran a luz las secciones fijas “Niños + Niños= Niños”, y “Radiografía de América”. Más tarde, en enero pero de 1973 surge “Crisanto Buenagente”, esta última tira cómica la inspiró el comentario satírico del Comandante en Jefe, en una de las sesiones que semanalmente se celebraron a partir de 1970 en el teatro de la CTC, cuando calificó de “buenagente” a algunos administradores y funcionarios complacientes ante lo mal hecho http://ay-vecino.blogspot.com/2009/09/ojala-me-equivoque.html .
En 1967 Valdés Díaz compartió conmigo premios en el VI Salón Internacional de Humorismo en Canadá, así como el viaje de estímulo que nos ofrecieran durante la celebración de la Expo-67 en Montreal, y juntos entregamos el premio en metálico a la Embajada de Vietnam en Cuba para ayudar en la lucha contra el Imperialismo http://ay-vecino.blogspot.com/2009/08/premio-polemico-y-sorpresivo.html .
Cuando vino la primera “Brigada Venceremos”, formada por jóvenes norteamericanos en solidaridad con Cuba, Pitín, Val y yo, tuvimos el honor de cubrir la actividad por PALANTE, y allí, en el campamento del “Martínez Villena” en Caimito, este trío le puso música al primer mural colectivo de humorismo que yo recuerde, con el acompañamiento de los propios brigadistas extranjeros.No quisiéramos terminar sin dar por sentado el criterio generalizado entre nosotros de aquella amistad inquebrantable que mantuvieron Val y Felo. Pasaron los años y llegó la hora de la jubilación para ellos y para mi.
Cuando cumplíamos una encomienda fuera de la capital Valdés Díaz y yo, nos enteramos vía telefónica del fallecimiento de Rafael (Felo) Díaz en su hogar de Centrohabana, y aquel hombrón de doscientas libras rompió a llorar entre mis brazos como un niño. Unos años después Humberto Valdés Díaz también falleció. Al comenzar un nuevo año, vaya para ambos este cariñoso recuerdo de quien no los olvida.

4 ene 2010

LOS 7 SAMURAIS DE HACE 40 AÑOS

Hace poco tiempo, un vecino cubano que vive en el exterior, al enterarse de que yo era uno de los autores del libro de historietas “Los 7 Samurais del 70”, me pedía más información sobre el tema. Es mi deber dar contestación a las opiniones que mis vecinos plantean en el blog, así que ahí va la respuesta.
Se cumplen cuarenta años de esta portada que PALANTE publicó el 15 de enero de 1970 donde daba paso a la versión de seis páginas con un episodio de la saga titulada“Los Siete Samurais del 70”, cuaderno de historietas impreso en colores sólo unos meses atrás. Se trataba de ampliar el rango de los lectores pues la distribución del libro de comics tuvo circulación limitada en el sector.
La idea original consistía en dar una información amena sobre temas densos de métodos y aplicaciones técnicas en el corte de caña. El campesinado poco adicto a la lectura, gustaba sin embargo del lenguaje de la historieta, y si aderezábamos el contenido con la popularidad que en esos momentos tenían las películas de samuráis, pensábamos que el proyecto tendría éxito, y así ocurrió.
El escritor Juan Manuel Betancourt (Betán) y yo habíamos adquirido cierta experiencia en un cuaderno anterior sobre los adelantos en la genética ganadera con las ideas del científico francés André Voisin. Aquel libro “Matilda y sus amigos” fue un éxito y nos abrió las puertas a este otro proyecto de carácter igualmente didáctico. (En próxima edición también abordaremos anécdotas de aquella vaquita lechera).

En ambos casos y en los otros dos cuadernos siguientes sobre el mantenimiento de los equipos pesados en la tarea de abrir caminos vírgenes en las montañas “Tru-cutuerca y Trescabitos”; así como el referido al proceso industrial de la caña en los centrales azucareros con el título “Pol Brix contra el ladrón invisible” la acogida fue similar.
Con asombro veíamos como los ejemplares de aquellas pequeñas publicaciones desaparecían inmediatamente de las manos callosas de obreros y campesinos para pasar a las de sus propios hijos.
Resultó pues un fenómeno de masas no previsto, y necesariamente hubo que imprimir nuevas tiradas para que los mensajes llegaran al destinatario más necesitado.
El guionista de la obra, Betán, logró que los protagonistas de la serie con tema de samuráis, respondieran a versiones cubanizadas de nombres japoneses, vinculadas a cada uno de los puestos de trabajo en las plantaciones cañeras. Entre ellos:
Tonga Sazen: Figura central y jefe del lote.
Carretero Ichi: Responsable ciego del transporte por carretas.
Panchiro Supesa: Gruero del Centro de Acopio.
Tándem Kemuele: Encargado del basculador.
Y el más importante de todos: Tekita Azuquita, el ladrón de azúcar.
Yo sólo me limité a darle forma a los mismos, y también aporté lo mío en el argumento base.
Como elemento anecdótico vale destacar que el diseño de dos de estos personajes partieron de caricaturas personales que realizamos en ese momento a caricaturistas del semanario que nos sirvieron de modelos.
El magistrado Sakarosa es un retrato humorístico del caricaturista Humberto Valdés Díaz (VAL) y el que aparece en el episodio “El jaibero ciego y el experto en alzadora”, Tesube Tonga, no es otro que Alberto Enrique Rodríguez (Alben), ambos miembros del equipo de PALANTE que participó en el proyecto.Lamentablemente la zafra de los 10 millones no se logró a pesar del colosal esfuerzo de nuestro pueblo, de ahí que veamos con cierta añoranza a esos siete samuráis del recuerdo.

LA SUERTE ES LOCA Y A CUALQUIERA LE TOCA.

El pasado mes de diciembre cumplió 40 años de vida la revista “Signos” de la Universidad Central de Las Villas. Ese breve enunciado tal vez nada diga a algunos de mis vecinos internautas.
Pero si lo asociamos a su fundador, Samuel Feijoó, el multifacético folclorista, quien la dotó de su irrepetible personalidad, la cosa cambia: Poeta, ensayista, investigador, dibujante, y promotor artístico, nos legó serios aportes a la cultura cubana, pero también capaz de subirse a la tribuna para dictar una enjundiosa conferencia sobre humorismo escatológico: Ése era Feijoó y ésa la huella que dejó a lo largo de su impronta en “Signos”.
Imposible abarcar la voluminosa y heterogénea bibliografía de ese Caminante Montés autor de personajes como Wampampiro Timbereta o Juan Quinquín en Pueblo Mocho, y lo mismo ocurre con su hija predilecta, la revista “Signos”.
Nos limitaremos a esbozar un solo tema publicado en el Año V, No. 1 (septiembre-diciembre de 1973), pues esa edición brindaba piropos, pregones, dicharachos, adivinanzas y juegos de azar prohibidos como la charada y la bolita o la legalizada Lotería, primero por la Corona desde 1812, y posteriormente por la República Mediatizada.Pues bien en la página 165 se reproduce este billete. Si se fijan bien, corresponde al 10 de enero de 1959, y Feijoo, de su puño y letra,--algo común en toda su obra--aclara que fue el último sorteo de la tiranía, pues dos días antes Fidel al frente de la Caravana de la Victoria había entrado en la capital.
Al abordar la adicción del pueblo por el juego, dice: “Hacerse rico de un solo golpe ha sido, y es… ilusión de desesperados y… de pobre gente de pobre mente.”
En cuanto al carácter humanitario y beneficio público de sus propósitos debemos agregar que muchas fortunas privadas y de políticos corruptos fueron las
verdaderas beneficiadas. Un buen ejemplo es esta caricatura de Arroyito publicada en la misma edición de “Signos”.
En ella el billetero ambulante ofrece el número con el que la primera dama de la República obtuvo el premio gordo de esa semana. El llamado “chivo” solo se sugiere, pero de que el entonces Presidente Zayas tuvo algo que ver, no quepa la menor duda.
El vicio era de tal magnitud
que hasta los anuncios clasificados de la prensa diaria se hacían cómplices de aquella estafa mayúscula y no pocos ocultistas, quirománticos, pitonisas, espiritistas y cartománticas también estaban a la caza de incautos. Veamos otro ejemplo:
Para terminar, con ejemplificación gráfica, ese mismo número de “Signos” nos ofrece el “Premio gordo” de la promoción religiosa de la época, especialmente dirigida a los creyentes.
¡Ver para creer!
No queremos terminar sin contar una anécdota personal: Sabiendo de mi amistad con Feijoó, el entonces director del semanario PALANTE, Joaquín G. Santana, me encomendó la tarea de contactarlo para sustituir nada menos que al Indio Naborí, quien por otros compromisos no podía continuar atendiendo la sección “Dímelo Cantando” en la publicación.
Lo invité a un almuerzo en casa durante una de sus visitas a la capital, y mi esposa se esmeró con una suculenta comida criolla. Para sorpresa nuestra, el invitado rechazó aquel fetecún protéico, pero devoró completa la fuente de tostones (plátanos a puñetazos fritos). Eso les dará una idea de la compleja personalidad del personaje a quien dedicaremos algún otro merecido trabajo. Lo cierto es que a partir del 23 de marzo de 1967, la nueva sección “Saber Guajiro” a cargo de Samuel Feijoó, reemplazó el espacio dedicado a la décima y cuentos campesinos en PALANTE.

EL BICENTENARIO

Pocas cosas nos separan de Haití, una de ellas es el Paso de los Vientos.
La Revolución Cubana triunfa el primero de enero de 1959, la haitiana el primero de enero de 1810.

Cuando el 28 de octubre de 1492 Colón anuncia que ha llegado a la tierra más fermosa que ojos humanos han visto, sólo faltan catorce días para hacer lo mismo en las playas de Haití.
Por entonces tribus taínas poblaban ambas costas, y el primer exiliado político acogido en nuestro territorio fue nada menos que, Hatuey, cacique de Guajaba, proveniente de La Española.
En 1513 entra a Cuba por Maisí el conquistador Don Diego Velázquez, y Hatuey que ya conocía el paño, subleva a los nativos dando por resultado la primera limpieza étnica del Nuevo Mundo. Al ser capturado por los inquisidores es condenado a la hoguera. Antes de morir se le promete el reino de los cielos y él, dotado de filosófico primitivismo, se niega viajar al mismo lugar donde van sus verdugos.
Diez años más tarde otro cacique, Guamá,-- éste autóctono-- también se alza cerca de Baracoa y se mantiene en la pelea hasta 1533, en que lo remiten al mismo lugar que Hatuey.
La carnicería se extiende en ambos territorios producto de unas encomiendas que junto con la propiedad de la tierra, el encomendero tenía derecho a explotar sin misericordia a los encomendados.
Tan libres como desnudos, aquellos seres primitivos no pudieron resistir la brutal explotación del hombre por el hombre y optaron por suicidios masivos que despoblaron tanto a Cuba como a Haití.
La solución estaba del otro lado del océano, pues ya en 1513 por Real Cédula de la Trata llegaron los primeros cuatro negros esclavos a Cuba, y el Padre Bartolomé de las Casas, reconocido como el benefactor de los “indios”, recomendó substituirlos por negros bozales del África.
Incluso se traficaron niños en edad laboral (12 años), llamados muleques y en 1515 algunos de los cuales se utilizaron para fortificar el puerto de Santiago de Cuba.
Cuatro años más tarde debutaba en nuestros cañaverales la primera remesa de 300 esclavos; pero la sobreexplotación acortaba la vida útil de esa mano de obra y cada siete años más o menos había que reciclarlos. Por lo tanto el negocio de la trata y el valor agregado del envejecimiento prematuro, dieron pingües ganancias. Para fines del siglo, la fuerza de trabajo esclava llegaba a los 15,000 ejemplares. Cuando La Española pasa legalmente a ser el protectorado francés Saint Domingue, ya los Hermanos de la Costa—que incluían no pocos ciudadanos franceses-- llevaban decenios en posesión de la isla de la Tortuga, hostigando y vaciando las bodegas de las Flotas que partían de La Habana cargadas de oro y plata.
En 1731 se produce nuestra primera sublevación de esclavos en las minas de Santiago del Prado (hoy del Cobre). En tanto la isla vecina se ha convertido en el primer exportador de café del mundo, y el legendario Mackandal a mediados del siglo se le paraba bonito a los representantes de la Corona que por entonces se debatían entre el despotismo ilustrado y las nuevas ideas de la Ilustración.
La expansión del comercio iba en aumento, y conforme se exportaba café y otros productos de gran demanda, de Europa entraban las ideas en ascenso de la Revolución.
El ejemplo de Mackandall fue seguido por Bauckman primero y por Louverture y Dessalines después, al costo de sangrientas luchas con miles de muertos- Al fin, en 1793 las banderas del abolicionismo ondearon en suelo haitiano.
Nueve años después Napoleón envía un enorme ejército para someter a los revoltosos jacobinos de tez oscura, pero encontró su Waterloo antillano diez años antes que en Rusia.
El madrugonazo a Felipe VII, provoca las Juntas patrióticas en los virreinatos del lado de acá del charco, y la expulsión en Cuba de unos 6000 franceses, pero el peligro a la rebelión esclava sigue latente y pitiyanquis prematuros le piden la anexión al Presidente Jefferson que diplomáticamente se lava las manos como Poncio Pilatos.
Los genes de la genuflexión al Imperio, se transmiten de generación en generación, de ahí que en estos momentos nos sumemos a la carta de los intelectuales cubanos en respuesta a supuestos “defensores del negro en Cuba”. Por otro lado cunde el ejemplo haitiano y en abril de 1812 el Capitán General de la “siempre fiel Isla de Cuba”, Marqués de Someruelos, descubre una conspiración para abolir la esclavitud. Su líder, el liberto Aponte es descuartizado junto a ocho de sus seguidores.
Bolívar, --quien siempre abogó por la liberación de Cuba, Puerto Rico, y cuanta colonia caribeña estuviera bajo la bota del colonialismo— recibió en el exilio la mano amiga del entonces presidente haitiano Petion.
La unilateral Doctrina Monroe por la que Estados Unidos en 1823 declara América para los “americanos” no se consideraba válida en el caso del Haití negro, por lo que dió luz verde a los partidarios blancos de reconquistar sus privilegios dorados.
Si Cuba, en estos 50 años ha tenido que resistir el bloqueo de la potencia más grande del mundo. ¿Qué decir de la paciente, sufrida, discriminada y bicentenaria revolución haitiana?
Situada en el patio trasero de un sueño americano convertido en pesadilla para la emigración y las minorías étnicas locales. ¿Cómo será para las foráneas?
Cada vez que en la vecina nación surge un candidato demócrata, --de cualquier color--, le imponen una dinastía duvalierista apoyada no ya por marines, sino por ton ton macutes locales.
La política de pies secos pies mojados, beneficia a los cubanos que se ilegalmente se arriesgan a cruzar el Estrecho de la Florida. ¿Por qué no aplicar también una Ley de Ajuste Haitiano para sus refugiados?
Conforme en la colonia se extraían sus materias primas sin posibilidad de desarrollo industrial. ¿Dónde están las inversiones de las grandes potencias que inviertan esta situación para mitigar la pobreza y el hambre en el país vecino?
En varias ocasiones marines yanquis y paramilitares ocuparon la República hermana para imponer regímenes títeres. ¿Dónde están las brigadas médicas o educacionales –tanto en inglés como en francés--que tanta falta hacen para dignificarlos como seres humanos?
Si Cuba y Puerto Rico son de un pájaro las dos alas, nuestro corazón palpita también en creole.
En tiempos del Bicentenario, ha llegado la hora de los hornos para la Segunda Independencia de América Latina incluyendo a la precursora Haití.

EL OTRO PLAN MARSHALL.

Todos recordaran aquel Plan con el que los Estados Unidos pretendían macdonalizar a la devastada Europa tras la Segunda Guerra Mundial, y aquella significativa película española “Bienvenido Mr. Marshall”, que desnudó la cacareada ayuda Made in USA.
Pues bien, se me ocurre que hay “otro” Plan Marshall, en acción, y es para las islas del mismo nombre situadas en la Micronesia. Entre negativos y abstenciones, dichas ínsulas llevan nada menos que nueve años votando a favor del bloqueo a Cuba en la Comisión de los Derechos Humanos de la ONU.
Que lo haga Israel, el mayor beneficiario del Imperio en el mundo, o Palau, administrada por un israelita millonario no nos extraña. Lo de las Islas Marshall, en vez de eso, da lástima.
Las ínsulas pasaron de mano en mano a través de la historia, y por último fue tomada a sangre y fuego de los japoneses por las tropas norteamericanas casi al final de la Segunda Guerra Mundial.
Era el lugar ideal para que los yanquis realizaran 70 pruebas nucleares en los atolones de Enewetok y Bikini, con la diferencia que este último no sólo sirvió de abono para el hongo atómico, sino que inauguró la línea de trusas más famosa de la época. ¡Cosas de la sociedad de consumo!
Lamentablemente cuando haya pasado la moda y nadie se acuerde de ellas, el atolón de Bikini tendrá que esperar otros 10 mil años más para que desaparezca de su entorno, la mayor contaminación radioactiva del mundo.
Pero ahí no paran las ventajas de este otro Plan Marshall: Con solo 5 islas altas y 29 atolones a nivel del mar, el calentamiento global no augura nada bueno para el futuro inmediato de estos islotes casi desiertos.
Como si fuera poco la ocupación yanqui desalojó de nativos el atolón de Kwajalein para instalar una base militar, que en 1961 se convirtió en polígono de tiro en el Pacífico para los misiles balísticos intercontinentales ICBM, y en los años 80 aumentaron la parada con los MX.
Grupos ambientalistas pusieron el grito en el cielo, y los militares los pies en la tierra. Gracias a ello se impidió la construcción de ese basurero nuclear. Tanto machacaron los cabilderos de Washington que este país micronésico y microscópico, sin ejército propio, que depende para su seguridad territorial de tropas foráneas, sin soberanía en política exterior, con una economía igualmente dependiente, y otras ”ventajas” del American Way of Life, ingresó oficialmente en 1990 en las Naciones Unidas, o sea que en este 2010 cumplirá sus 20 añitos como un miembro más de la organización.
No sabemos que posición adoptaron durante la última Cumbre de Copenhage sobre el cambio climático, y mucho menos si continúan aferrándose al rabo del amo, aunque para ello les vaya la propia existencia.
Les deseamos un mejor final para este 2010.