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28 abr 2010

OBREROS Y OBRERAS DE FIESTA.

Con motivo de celebrarse el Día Internacional de la Mujer, el pasado 8 de marzo, dedicamos una semblanza comparativa entre la laboriosidad de las abejas y el tesón de nuestras compañeras trabajadoras.
Ahora el Primero de Mayo nos convoca a nuevas reflexiones sobre el tema y encontramos nexos indisolubles entre ambas fechas. Veamos:
Clara Zetkin, nacida en Alemania, jugó un destacado papel en 1866 en Ginebra por la jornada máxima de 8 horas de trabajo; en París, en 1889, por la celebración del Primero de Mayo, y la constitución de la II Internacional; y en Copenhague, 1910, en el Segundo Congreso de Mujeres Socialistas por el Día Internacional de la Mujer.
Sin embargo, las causas de estas luchas no tuvieron lugar en Europa, cuna del movimiento obrero en el siglo XIX, sino en tierras de América, específicamente, los sucesos de Chicago el 5 de mayo de 1886, -cuando un grupo de trabajadores se reunieron para reclamar la reducción de la jornada laboral, y ocho de ellos fueron condenados a muerte.
Mientras, en 1907, ciento veinte obreras textiles de Nueva York, también en huelga por mejores condiciones de trabajo, murieron en un incendio provocado por su patrón en la ciudad de Nueva York.
Ambos sucesos tuvieron tal repercusión por el salvajismo capitalista del
“Sueño Americano”, que los obreros de todo el mundo se solidarizaron con la causa de las víctimas.
Veinte años transcurrieron entre el Congreso de Ginebra donde se lanzó la idea de las 8 horas de trabajo, y los sucesos de Chicago, motivados por la misma causa. Más de un siglo ha transcurrido desde entonces, y la lucha continúa. ¿Coincidencia en causas y resultados? ¿Concordancia entre sucesos locales y su repercusión mundial? ¿Concurrencia de provocaciones crim
inales contra la clase obrera? ¿Coexistencia de mujeres trabajadoras en ambas efemérides? ¿Compatibilidad entre aquellos primeros signos de internacionalismo y la aldea global en que vivimos actualmente?
Aunque los dueños de los medios sigan siendo los mismos, a la larga triunfará la justicia. Ahora podemos comunicarnos por internet en tiempo real, estamos más preparados y podemos volver sus armas contra ellos.
En lo personal, desde el Primero de Mayo del 2007 hasta la misma fecha del año siguiente, mantuve una colaboración permanente con el semanario “Trabajadores”, órgano oficial de la CTC, y dejé de hacerlo para dedicarle todo el tiempo a mi nuevo amor, --este blog personal--, aprovechando las ventajas de la digitalización y la interconectividad.
Pero mis vínculos con la publicación se remontan a 1978, con la creación de “Prudencia”
una simpática jicotea que se desplazó por sus páginas durante dos años hasta que, ella misma lanzó la convocatoria al Concurso de Caricaturas e Historietas CARIPRO, en saludo a la Jornada Nacional de Protección e Higiene del Trabajo, en noviembre de 1979.
Ahora, la muy pícara se me escapó para robar protagonismo en esta edición del “Ay Vecino”. Pero no hay mal quelonio que por bien no venga. Aprovechamos esta fiesta mundial de los trabajadores para adelantarnos y felicitar a lo cortico, al periódico de la Central de Trabajadores de Cuba, con motivo de sus 40 añitos de vida que celebraremos como Dios manda, el próximo 6 de junio.
Para terminar les ofrezco la definición de la palaba REVOLUCIÓN en el acto de masas celebrado hace exactamente diez años.
REVOLUCIÓN
Es sentido del momento histórico
Es cambiar todo lo que debe ser cambiado
Es igualdad y libertad plenas
Es ser tratado y tratar a los demás como seres humanos
Es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos;
Es desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional;
Es defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio;
Es modestia, desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo;
Es luchar con audacia, inteligencia y realismo;
Es no mentir jamás ni violar principios éticos;
Es convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas.
Revolución es unidad, es independencia, es luchar por nuestros sueños de justicia para Cuba y para el mundo,
Que es la base de nuestro patriotismo, nuestro socialismo y nuestro internacionalismo.

Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz,
Primero de mayo de 2000.

FELIX IV, REY SIN CORONA.

Pedro I el Grande, de Rusia, Felipe II y Carlos III de España, fueron monarcas bastante divulgados por la historia y dada esta popularidad, utilizados como marcas de productos industriales, o hasta en obras de ficción. Nuestro Félix IV no tuvo tanta suerte. El origen de este apelativo no fue nada glorioso.
Félix de la Caridad Carvajal y Soto, nació en la céntrica calle Águila en la Ciudad de La Habana el 18 de mayo de 1875. Como todos los pobres, su familia tuvo necesidad de emigrar, pero esta vez a la inversa: Fueron a parar a San Antonio de los Baños.
Buena parte de su niñez se la pasó corriendo como el resto de la muchachada, y ya adulto continuó haciéndolo mas por diversión que por necesidad, pues su primer oficio era tan estático como el de barbero.
Cuentan los lugareños que en cierta ocasión llegó al pueblo Mariano Bielsa, corredor de fondo español, quien retó a los jóvenes ariguanabenses a una competencia. Desconozco si hubo algún interés o estímulo material; lo cierto es que la largada ocurrió al amanecer, y a las cinco de la tarde el ibérico, con la lengua afuera, arrió bandera blanca. El joven Carvajal continuó dos horas más y dejó de hacerlo cuando la oscuridad de la noche se lo impidió.
A comienzos del siglo XX lo vemos de nuevo en las calles de la capital, pero ahora como cartero, por cierto, el más rápido del oficio por su costumbre de apretar el paso. Fue entonces que se enteró de la celebración en la ciudad de Saint Louis, Missouri, de los Juegos Olímpicos de 1912, coincidiendo con la Feria Mundial en esa misma urbe norteamericana.
Oírlo y embullarse fue una misma cosa. Como no disponía de apoyo oficial, decidió hacerlo por su cuenta. Se convirtió en un “hombre sándwich” como el Pedro Harapos de los cómics yanquis, y salió corriendo a las calles con un cartel colgado al pecho que decía: “Coopere con este atleta cubano que quiere competir en la Olimpiada”.
La caridad pública permitió a duras penas sufragarle el pasaje en tercera clase y arribó a la ciudad de New Orleans días antes de la inauguración. Lo poco que le quedaba lo perdió, embaucado por la propaganda de ganar dinero fácil en la capital del juego.
Las 700 millas que median entre New Orleans y St. Louis, las tuvo que cubrir como mejor sabía hacerlo, corriendo. También la caridad de los campesinos por donde cruzó le permitieron el bocado reparador cuando las fuerzas flaqueaban. Fue así que llegó horas antes del disparo de arrancada, con los zapatos desechos, y gracias a otro “esprínter” que le cortó los pantalones y las mangas a la camisa, pudo proporcionarse cierto aire atlético.
Agotado por el largo viaje, pero confiando en sus fuerzas, al caprichoso andarín cubano le sobraba amor y entusiasmo. Pronto toma la delantera, y casi al final, de la competencia ve a la vera del camino un provocativo manzanal.
El despertador de su reloj biológico suena tras aquel largo peregrinaje. Al sentirse con ventaja, se desvía para saciar su ayuno y devora con más apeto que apetito unas manzanas.
Lo que no pudo la pobreza, la distancia, ni los contrarios, lo hizo la imprudencia: Fuertes retortijones le merman el paso, y en definitiva debe detenerse para evacuar. Así todo, llegó cuarto entre los mejores corredores del mundo.
A partir de ese momento se le conoció como Félix IV, pero para nosotros los cubanos seguirá siendo el inmortal Andarín Carvajal.

DIEZ VECES MÁS HERMOSO.

El último día de abril de 1975, fue también el ocaso de la invasión norteamericana a Vietnam. Las órdenes del mando superior en Saigón eran tajantes: --¡Hay que abandonar la ciudad! Muchos soldados a medio vestir salían como bólidos de los prostíbulos y fumaderos de opio. Garitos y tabernas quedaban vacíos por la estampida. Un escalofrío de terror rodeaba los helicópteros con los motores en marcha, mientras los oficiales, apertrechados en los buques de guerra aguardaban por el tropelaje de sus uniformados en fuga. Se estaba desarrollando la “Operación Chancleta”.
Al revisar mis archivos me sorprendo al ver esta caricatura de “El Mundo” fechada diez años antes de aquel despetronque, y si se fijan bien, refleja la misma imagen chancletera de la operación . Con el decursar de los años, no recuerdo los sucesos que provocaron aquel dibujo satírico, lo que sí les puedo asegurar es que no soy adivino, así que el asunto tenía rabo.
Por eso les propongo otros de mis trabajos publicados en la misma década del sesenta.
Pero volvamos al 30 de abril: Saigón 12.15 hora local. La bandera del Gobierno Provisional de Vietnam del Sur sustituye la de las barras y las estrellas sobre el Palacio de Gobierno. El pueblo festeja alborozado en las calles. Guirnaldas encendidas, dragones multicolores, orquestas ambulantes, banderas del GRP, y todos a un solo grito: ¡Viva Saigón Liberado! Hasta ahí llegó la antigua urbe, a partir de ese momento será Ciudad Ho Chi Minh.
En la capital siamesa del Norte (Hanoi) --a esa misma hora--, los vietnamitas, forzosamente divididos hasta entonces por el Paralelo 17, también daban rienda suelta a su alegría: Se había hecho realidad el pronóstico del Tío Ho aquel 10 de mayo de 1969, cuando dijo: “Derrotados los norteamericanos construiremos una patria diez veces más hermosa”.
La prepotencia de Estados Unidos --bravucón como siempre--, quiso sustituir al imperio francés en Dien Bien Phu, en mayo de 1951, pero el alarde se convirtió en impotencia. Quisieron repetir la jugada de 1899 en Cuba, cuando volaron el Maine, para intervenir en el conflicto y coger los mangos bajitos. Esta vez, la criada les salió respondona en el Golfo de Tonkín, y el tiro les salió por la culata.
Eran tiempos de lucha que inspiraban las obras satíricas de los colegas cubanos del lado de acá del ventrículo izquierdo. Por mi parte, emulaba con ellos lo mismo en el diario de la calle Virtudes, que en el semanario “Palante”, a tal punto que el libro “Veredicts on Vietnam” de la Pemberton Book, con 128 caricaturas del mundo entero recopiladas por Abu en 1968, y con prólogo de James Cameron, reprodujo dos de mis trabajos tomados de la prensa cubana.
Pero además la OSPAAAL (Organización de Solidaridad con los Pueblos de Asia, África y América Latina), también seleccionó esta historieta que les muestro para la contraportada en colores de la revista “Tricontinental” en su edición Núm. 15 de 1966.
Más tarde, al obtener el Segundo Premio en el Salón VI de Humorismo de Montreal, y ser invitado a la Expo 67 en esa ciudad, entregamos el premio en efectivo a la Embajada de Viet Nam en Cuba para contribuir a la lucha armada de ese pueblo. http://ay-vecino.blogspot.com/2009/01/mis-desmemorias-1.htmlPor tal motivo tuve el honor de recibir el Sello Ho Chi Minh que otorga dicha sede diplomática en Cuba, distinción que guardo como uno de mis más preciados recuerdos
A miles de kilómetros de la epopeya librada por el pueblo vietnamita,
sin tirar un solo tiro, no creí merecer tales reconocimientos, y aunque nunca pude visitar el frente de combate --como en aquella ocasión solicité personalmente a la Dra. Melba Hernández--, disfruté con legítimo orgullo de cubano, esta foto que circuló por el mundo en 1973.

ME GUSTAN TODAS… SI SON COMO ELLA.

Cualquier “temba” --como se dice en Cuba a las personas de cierta edad--, podría confirmar el pensamiento que encabeza este trabajo. Y viene al caso porque el 26 de abril de 1954, se estrenó la cinta mexicana “Me gustan todas” filmada en La Habana por Rosita Fornés, la gran diva de Cuba.
Sus reconocidos éxitos en nuestro país, los paseó con creces por escenarios de Estados Unidos, América Latina, España y el resto del mundo, siendo aplaudida en todas las latitudes por su talento para el canto, el baile y la actuación.
En el cine mexicano compartió roles estelares junto a Negrete, Pedro Vargas, Tin Tan y Resortes. En la Argentina actuó con Hugo del Carril, Luis Sandrini y Libertad Lamarque. Y en nuestro país con casi todas las estrellas de la radio, el teatro, la televisión y el cine. Entre ellos podemos contar sus actuaciones junto a Beny Moré, Bola de Nieve, Esther Borja y Rita Montaner. Durante mucho tiempo compartió la escena y la vida con Armando Bianchi.
No por gusto se ganó el título de la Primera Vedette Mexicana en siete oportunidades, y estar considerada la Primera de América durante cincuenta años por la Cinemateca de Cuba.
Para mi fue un inmerecido honor que el Hotel Habana Libre Tryp, en su 50º Aniversario, me otorgara el título de Huésped de Honor junto a ella y al más antiguo de sus trabajadores, el también cincuentenario Raúl Trelles.
El Dios Cronos, ése que no perdona, también quedó embelesado por tu belleza, tu prestancia, y tu talento, por eso ha sido tan indulgente en tu caso, manteniéndote tan fragante como el primer día. Felicitaciones a esa Rosa que siempre ha sido, y flor que jamás se desteñirá.

CUALQUIER TIEMPO PASADOFUE… PROFESIONAL.

SIN DUDAS. EL MEJOR.
3 DE ABRIL DE 1919. – Debido a una acalorada discusión entre los cronistas deportivos en la prensa de entonces sobre la calidad como pitcher del Almendares José de la Caridad Méndez, éste accedió a la petición de ambas partes y por primera vez vistió la franela de otro equipo junto a su compañero de batería Sirique. En el juego que se celebró ese día el ídolo de ébano dejó en blanco a sus queridos compañeros almendaristas.
DE TRES TRES
11 DE ABRIL DE 1022. - Adolfo Luque es escogido por el Cincinnati para abrir la temporada frente al lanzador Root del Chicago. Antes había lanzado en dos ocasiones el juego inaugural del clásico de la Liga Nacional contra Adams de los Piratas, y Sherdell del Saint Louis. Lo curioso del caso es que Luque ganó estos tres juegos.
SE TIRÓ, NO LO TIRARON.
5 DE ABRIL DE 1915. – Más que una pelea, una farsa fue la que se representó ese día en el Hipódromo de Marianao entre el campeón Jack Johnson y el retador Jess Willard. Ése fue el verdadero motivo de montar el “show” extraterritorialmente.
El titular negro de los pesos pesados, forzado por los prejuicios raciales, las amenazas por haber arrebatado la corona al ídolo blanco Jim Jeffreis, la presión oficial en los Estados Unidos, y un abultado fajo de billetes, se tira en el 26º round, y lo hace tan grotescamente que estando ya en la lona se cubre de nuestro sol tropical con los brazos.

La tragicomedia produjo tal indignación a los fanáticos ese día que orquestaron una sonora protesta en el estadio. Fue el fin de su carrera en el boxeo.
¡QUÉ MANERA DE PEGAR!
El jamón que Willard se comió en el Almedares Park, se le indigestó tiempo después como consecuencia de su pelea con Jack Dempsey, en que perdió el campeonato mundial de peso completo dentro del boxeo profesional, Jess Willard quedó con la mandíbula fracturada, dos costillas rotas y destrozados los huesos de la nariz. (A.Y.)

19 abr 2010

VITRINAS INOLVIDABLES.

El pasado año la Bienal Internacional de Humorismo Gráfico de San Antonio de los Baños se vistió de gala para celebrar sus treinta años de vida.
Quince veces había abierto sus puertas a la exposición de cientos de artistas, con miles de dibujos, y decenas de personalidades invitadas del mundo entero. Todo ello da fe del éxito obtenido por la idea de crear el primer Museo del Humor del continente y su evento retroalimentador, la Bienal.
Incluso, en aquel debut de 1979 quedó inaugurado un conjunto escultórico donde dos de los más ilustres hijos del Ariguanabo: el Bobo de Abela, y el Loquito de Nuez, les dan la bienvenida a la entrada de la Villa del Humor.
Otra obra escultórica, pero de pequeño formato, fue el trofeo del “Quijote Desnudo”, --Premio del semanario PALANTE-- otorgado hasta 1985, y que no ha podido repetirse desde el fallecimiento de su autor. En la foto, la estatuilla realizada en bronce correspondiente a la Bienal de 1981.
Todos los años pares, como este 2010 que transita, y para no perder la forma deportiva, el Museo del Humor, organiza también el festival humorístico la “Humoranga”, pero sólo con artistas del patio.
Debo aclarar que este encuentro, se efectuó entre el 12 y el 17 de abril, con dos exposiciones restrospectivas de homenaje aparte del concurso: Una dedicada a Antonio Mariño (Ñico) por sus 75 años de vida y la otra a menda, con un pesado fardo de 80 abriles a mis espaldas--. De mi he escrito bastante. De Ñico, les prometo próximas noticias.
Aunque todas las bienales internacionales han sido memorables, quisiera detenerme en uno de los sucesos más asombrosos celebrados en la Villa Roja. Fue en la III Bienal de 1983 gracias al talento y la imaginación de uno de nosotros, --curiosamente, el más viejo de nosotros--, Alberto Enrique Rodríguez Espinosa (Alben), nacido el 21 de noviembre de 1924.
Caibarienense de nacimiento y ciudadano del mundo por necesidad, pues se vio obligado al destierro voluntario de la pobreza. Peregrinó por buena parte de Nuestra América en busca de fortuna sin lograrlo, pero por fortuna conoció a Jamaica, Chile, Colombia y Venezuela. Lo que le sirvió de experiencia.
Con los nuevos aires de libertad regresó al terruño para siempre, sentó cátedra como caricaturista del semanario PALANTE a escasos tres meses de su fundación, y comenzó a evolucionar junto con la publicación.
Un buen ejemplo es esta caricatura de Wifredo Lam premiada en el VIII Salón Nacional de Humorismo de la UPEC.
Del Alberto Enrique Rodríguez Espinosa, que regresó a Cuba ya con bigote, al escueto Alben posterior van muchas horas de vuelo; otro tanto ocurrió con el precoz niño que hacía caricaturas de barro en su natal y fangoso pueblo de pescadores, y el humorista creador de Holmos, nombre con el que actualmente lo reconocen sus lectores.
Y es que pocos recuerdan cómo la historieta-parodia realizada por la yunta Alben-Cardi, inspirada en el famoso detective inglés debutó el 1º. De junio de 1972, tan misteriosamente como el original británico, pues ni siquiera título tenía esa página; a lo sumo cierto enigmático enunciado: “El caso demasiado corriente de la gente bastante tonta”. En la siguiente entrega de PALANTE, ”Sherlock Holmes” renunciaba al anonimato, con la particularidad de que a partir del nuevo formato, finalizaba con una moraleja.Esa unión duró lo que un suspiro, y tras el divorcio autoral, la continuó en concubinato con Évora Tamayo, y en el cambalache perdió la S inicial. Al transcurrir cierto tiempo, también varió el apellido. Ahora sus iniciales serían HH, pues la historieta se presentaba como “Herlock Holmos”, pero siguió encogiéndose,--la página no su autor—. El periodo especial también intervino, y de frecuencia semanal pasó a mensual, con el agravante de que tampoco logró otra pareja. Alben, en solitario mantiene aún vivo al simple “Holmos”, pero ni siquiera a página completa, sino en forma de tira.

Pienso, deduzco, y sostengo, que personaje alguno haya sufrido tantas transformaciones en tan breve lapso de tiempo y espacio, como este enigmático detective de papel.
Si no me equivoco uno de sus últimos personajes de PALANTE fue el repelente Don Fó, tal vez fumigado por la Campaña de Higienización programada por Salud Pública. Alben era además, el alma de los murales colectivos confeccionados a partir de aquellos Festivales del Humor que se originaban en Varadero o en cada una de las provincias sedes de los 26 de julio hace unos treinta años.
A estas alturas pudiéramos pensar que fueron ”Lo que el viento se llevó”, pero tal vez queden en pie los que se realizaron bajo techo, como la obra que solicitó el fraterno Ramón (Mongo) Castro para el comedor del Valle de Picadura, o la de la cervecería “Tínima” en Camagüey. Por lo pronto, se conserva el pintado en el vestíbulo del semanario PALANTE, del cual queda esta constancia gráfica reciente.
Pero volvamos a San Antonio de los Baños, gracias a la edición de PALANTE del 22 de abril de 1983, pues nos estábamos perdiendo el espectáculo irrepetible de ver cómo Alben sacó el humorismo de las paredes del Museo y lo paseó por las principales calles del poblado. No quedó una sola tienda virgen en el centro comercial de San Antonio, ni un solo habitante que no quedara boquiabierto ante el enorme lápiz que atravesaba la vidriera de “Los Barateros”, bajo la mirada incrédula del Loquito preso en el interior del escaparate.

¿Y qué me dicen de aquella Criollita de cartón-tabla a escala natural escapada del lápiz de Wilson, que lo recibía risueña invitándolo a entrar en las oficinas del Correo local?
Personajes infantiles encerrados en la vitrina de
“La Isla de Cuba” hacían las delicias de padres e hijos gracias a los muñecones de Alben, con el apoyo de los diseñadores del Taller de Decoración local.
“La Casa de los Novios” fue objeto de chistes picantes que debían ser “fisgoneados” desde el ojo de una cerradura disimulada en el cristal de la tienda, y la peletería “Guamá” ofrecía una gran variedad de zapatos para piratas con patas de palo.
Otro truco era ver cómo decenas de globos chocaban entre sí en un loco arrebato por escapar del encierro en un escaparate comercial de un metro cuadrado; o un solitario bombillo enterrado en la arena que se encendía y apagaba a discreción, ante la dudosa mirada de los transeúntes que trataban de encontrar la conexión…
¿Trucos?... ¡Si!… Decenas de ellos, pero tan bien hechos que pueden considerarse inolvidables e irrepetibles. Como constancia de que no se trata de una artimaña mía, hemos presentados a nuestros vecinos algunas fotos—algunas tan deterioradas como Alben y el que les cuenta-- tomadas in situ en esos felices días de 1983.
Testigos de ello fueron los invitados a aquella Bienal, y los afortunados habitantes que ya tienen que contar a sus nietos cuando de fantasía se trate.
¡GRACIAS ALBEN!

KUCHILÁN, SIEMPRE EN ZAFARRANCHO.

Abrimos la semblanza de hoy con este apunte realizado en vida a Mario Kuchilán Sol que sirvió de apoyatura a una entrevista de Évora Tamayo para el semanario PALANTE hace unos treinta años con motivo de su setenta aniversario.
Si se compara el tamaño del habano que descansa en sus labios con su diminuta figura, habrán podido darse cuenta de su estatura, bastante reducida como corresponde al género humorístico. Esto no fue un hecho casual, todo lo contrario, Kuchilán era un gigante de nuestro periodismo y apoyándome en el contraste, quise dar la real dimensión de su obra en comparación con su figura. Pero… ¿Por qué ahora?
Es que el próximo 26 de abril el gran maestro del periodismo cubano arribaría a su centenario, y hay una faceta de su exitosa carrera que apenas se ha divulgado: La de sus comienzos como caricaturista y que el propio entrevistado, con excesivo recato aclaró en cierta ocasión:
“Como dibujante mediocre me podía ganar el bajo sueldo que ganaba. Tenía oficio y lo mismo ilustraba la primera página, que hacía un formato una caricatura personal (malísima), o un retrato (bastante pasable)…”
El hecho de poder colocar sus punzantes dibujos en “La Semana”, “Karikato”, ”El Mundo” “Prensa Libre” y otras publicaciones en la prensa de la época, refleja la modestia de sus palabras.
Esto que ofrecemos es un pálido reflejo de su grafismo humorístico, por no contar con mejores ejemplos.

El propio Kuchilán, se encargaba de explicar por qué cambió su pincel por la máquina de escribir:
“Yo cobraba como dibujante en un diario…Ya había escrito dos o tres reportajes a mi manera, cuando ocurrió el juicio de Pedraza en época de Grau, y se me ocurrió escribir una columna que dijera esas cosas que en las informaciones no se publicaban, y sin embargo, “robaban” la imaginación de los lectores. Así nació “Babel” con el subtítulo de (Mil noticias en una columna)…”
Sería imposible en este breve espacio abordar su inmensa obra. Desde aquellas primeras viñetas en “El Mundo”, los “fabularios” de “Juventud Rebelde” recopilados en un libro antológico, su permanente aporte a la sección “En Cuba”·y su emblemático “En Zafarrancho” ambos para “Bohemia”, centenaria revista que dirigió en sus últimos tiempos.
Si grandes fueron sus triunfos, no pocos peligros tuvo que afrontar, siendo perseguido y torturado por sus certeras denuncias al régimen batistiano e inclaudicable postura revolucionaria.
Lógicamente tuvo detractores, pero supo defenderse. Aquí va un ejemplo:
“Se nos ha censurado, peor, condenado, de ordinarios y chabacanos. Impotente para discrepar en el fondo, no por falta de ganas, se desliza, la distensión hacia la forma.”…“En la sociedad burguesa se hablan dos idiomas: el convencional, el decente, eufemístico para decir las cosas sin su nombre, y el popular, el de la chusma que le decían, el sermo vulgaris siempre denostado, directo, para llamar las cosas por su nombre…“ De éste, su criollísimo y muy peculiar estilo, hemos recopilado algunas frases dispersas del despetronque ocurrido en la despedida de año aquel 31 de diciembre de 1958, contenidas en su libro “Fabulario” (Retrato de una época):
“…En las residencias de los jerarcas castrenses,-lo contrario de castristas-“
…”Batista pasó al comedor seguido de conmilitones y guatacas…”
“…Un tintineo de chocar de copas de bacará musicalizó el brindis de jocundidad ausente…”
“…La gente comenzó a fintar una retirada…”
“…El “hombre fuerte” favorito de Eisenhower que prohijara el imperialismo corría de un lado a otro como viajero al que se le va el tren…”
“…Sobre la pista ronroneaban su desperezo cuatro aviones del ejército…”
“…Además, en Kuquine había quedado abandonada una pistola con la bala en el directo”.
Sea éste mi modesto homenaje al colega y amigo para quien…”Nada humano le era ajeno”.

RECORDAR ES VOLVER A VIVIR.

Como el Imperialismo tiene tan mala memoria, le gusta estar siempre recordándole algo al resto del mundo, sobre todo porque piensa que todos son como él.
“Remember el Álamo” le costó más de la mitad de su territorio a México. A nosotros, después de tres guerras independentistas y a punto de vencer, nos inventaron un “Remember el Maine” que le costó 260 muertos a sus marines, y a nosotros la soberanía.
En esta sumisa caricatura de “La Política Cómica” con motivo del monumento in memoriam al “Maine”, el 15 de marzo de 1925, Cristóbal de la Torriente intenta reconciliarse con los yanquis, y retractarse de sus sátiras anteriores a la intervención.
Como les gusta archivar causas, la del Maine no fue una excepción: En 1976, la Comisión presidida por el Almirante Hayman Rickover, informó que el orígen de la explosión fue el calor producido por fuego en la carbonera próxima al pañol de reserva, no un sabotaje; por lo tanto aquello fue una guerra prefabricada. En 1911, otra comisión había dicho lo contrario sobre el hundimiento el 15 de febrero de 1898. Dos meses después, el presidente Mac Kinley, ordena el desembarco por considerar que había sido una explosión por mina enemiga. Aclararon el asunto, --como siempre--cuando ya no tiene remedio.
Bastante sangre había corrido ya por Europa durante la Segunda Guerra Mundial, cuando se les ocurrió intervenir, pero faltaba la excusa. Fue entonces que, desde Hawai, tarde pero oportuno se oyó aquel grito de “Remember Pearl Harbor” que convirtió al Océano Pacífico en todo lo contrario hasta el día de hoy.
Al colonialismo francés le pasó en Vietnam, lo mismo que al Imperio español en Cuba. En medio de su forzosa retirada un “casual incidente” marítimo provocó la intromisión yanqui y que el conflicto se prolongara once años más bajo la consigna de “Remember el Golfo de Tonkin”.
Más cercano sufrimos el “Remember el 11 de Septiembre”, para substituir el fantasma del comunismo, por la lucha contra el terrorismo y el espectro de un tal Osama Bin Laden que sólo aparece cuando les conviene a ellos.
Pudiéramos seguir recordando recordatorios, pero pienso que estos remémberes son demasiado redundantes.
La reiteración machacona fue heredada de otro que bien bailaba en las pistas de la propaganda nazifascista: Goebbels, vocero de Hitler cuando lanzó su sofisma “Una mentira repetida muchas veces se convierte en realidad”.
Pero como dijimos al principio, de Estados Unidos, ese desmemoriado crónico, en su prepotencia imperial no ve, o no quiere ver, que los tiempos cambian.
Hay algo que no perdonan los yanquis; el rotundo “Remember Playa Girón” que recibieron en nuestro país durante aquellas casi 72 horas gloriosas de abril del 61.
Cuba ya no está sola. La luz del ALBA ciega al Tío Sam, que ya necesita con urgencia una Operación Milagro que le permita ver de lejos y hasta lo que ocurre delante de sus propias narices.
Para el amo y sus dóciles
ahijados de Miami que pretenden aplastar la cultura con aplanadoras, o desinformarnos con una radio que no se oye, o una televisora que no se ve, sería conveniente acordarse de aquellos “bravos cocineros” que surgieron sorpresivamente en una “Cocina al Minuto”, cuando se les quemaron los frijoles en las arenas de Playa Girón. Que les aproveche.

NACIDO EN LABERINTO Y DIFÍCIL DE ADIVINAR.

A propósito de los 99 años de Conrado Marrero, que celebra el próximo 25 de abril. Fue conocido como el “Premier” en el pitcheo, y “El Guajiro de Laberinto” por sus orígenes humildes.
Comienzo esta historia apoyándome en un colega, que lo conocía a la perfección por haber crecido juntos en un pintoresco rincón del centro del país.
Cuando Enrique Núñez Rodríguez vendió su bicicleta allá en Quemado de Güines para venir a La Habana, ya yo montaba en patines aquí en Luyanó. Sin embargo, nuestro debut periodístico ocurrió el mismo año 1948: Él en la emisora COCO de Guido García Inclán, y yo en la Revista FOTOS de Pepe Agraz.
Pasaron los años, Enrique escribiendo por un lado y yo dibujando por el otro, pero ambos picados por el mismo bichito del humorismo. En una ocasión tuve el placer de compartir anécdotas, chistes, y ocurrencias en un viaje a su villa natal cerca del arroyo Jicoteas, donde se le daba un homenaje por sus cincuenta años de vida artística.
Casi llegando al pueblo me señala una casita en una finca a la orilla de la carretera, y me dice: --Ahí vivía Conrado Marrero. El “Guajiro de Laberinto”.

Un poco más adelante, de nuevo me indica un potrero con ínfulas de terrenito de pelota y ataca de nuevo: --¡Ahí le conecté un hit!-- Lo primero ni lo discutí, pero la segunda bola no había quien se la tragara.
Así era ese compañero de tantos años, ocurrente, desenfadado, viva estampa del guajiro campechano. Las mismas cualidades de su vecino, el famoso pitcher cubano, como si se tratara de algo que se diera silvestre en esas hermosas tierras de Sagua la Grande.
Y ya que hablamos de Marrero, dejemos que él mismo se explique:
“Era el menor de los vejigos en la finca “Laberinto” y mis hermanos y yo ayudábamos de sol a sol al padre en el surco… No eran tiempos de jugar al beisbol, y si lo hacíamos era a mano limpia… Con decir que aprendí a tirar curvas con naranjas, no con pelotas… Por eso llegue a destacarme tarde.
Debuté con el Cienfuegos de la Liga Nacional de Amateurs de Cuba a los 27 años…"
Sin dudas él lo hizo bastante bien porque en 1941 ya vestía la franela del equipo Cuba en el IV Campeonato Mundial de Beisbol Amateur.
“…Lamentablemente en el juego decisivo del evento, tuve una amarga experiencia… Eso que lo cuenten otros… Lo cierto es que me mantuve 17 años como pitcher estelar, y llegué a las Grandes Ligas en 1950 con el Washington, cuando otros se acogen al retiro…” Marrero, por entonces apodado en Cuba “El Premier”, se había destacado antes en la Liga Nacional Amateur de Cuba, en Series Mundiales Amateur y del Caribe, en Campeonatos profesionales en Cuba y México, en Ligas Internacionales de la Florida y en la Triple A. Además había implantado récords de leyenda como los tres no hit-no run entre 1942 y 1945, contra los equipos amateurs de la Universidad de La Habana, del Vedado Tennis Club, y del Miramar. Por si todo esto fuera poco, repitió la hazaña de cero hit cero carreras como profesional (AA) con el Havana Cubans en 1947 venciendo al Tampa, en el estadio del Cerro.
Las tres hazañas de los años cuarenta lo convirtieron en ídolo de las multitudes. A pesar de sus hazañas fue suspendido en dos ocasiones por haber participado en juegos con profesionales. Marrero aclaró entonces que no era su propósito saltar al deporte rentado, sino que eran desafíos de exhibición.
Aún así se mantuvo la sanción que lo obligó a pasar al profesionalismo en la Liga Méxicana. La ”pureza” de aquella liga olía a rancio por sus propios orígenes: Solo podían participar atletas blancos, pues –entre otros-- la formaban clubs de la alta sociedad como el Vedado Tennis Club, el Fortuna, o el Círculo Militar, y algunos advenedizos.
Los de origen humilde, tenían que descollar por sobre los demás para ser acepados, y para su subsistencia se les estimulaba ya oficialmente o por la izquierda. Los atletas negros, ni eso.Cuando Marrero se retiró tenía 21 temporadas como aficionado y profesional, había acumulado 351 victorias y solo 168 derrotas.
Los que gustan de las compraraciones dirán: --Eran otros tiempos--. Cierto, por entonces no existían los actuales avances tecnológicos, y no se sabía si los pitchers lanzaban 90 millas, o 140 kilómetros. Eran empíricamente virtuosos. Veloces o no. Ganaban o perdían como ahora, pero el guajiro de Laberinto era un fuera de serie.
Colgó los spikes a la edad de 36 años, todavía fuerte y saludable a pesar del eterno tabaco habano en sus labios. Pero dejémoslo de nuevo al habla para que también opine: -
“Tengo un carácter que me ayuda. No hay nada capaz de sacarme de quicio, ni de alterarme… Si perdía, mala suerte. Si me metía en complicaciones, trataba de salir… Siempre traté de lanzar bajito, a la altura de las rodillas como máximo…Un pitcher es un artista y su arte consiste en poner out al bateador… Lo principal en el lanzador es pensar…”
Pero no crean que ahí paró su febril actividad; durante un buen número de años ofició como entrenador en la formación de las nuevas generaciones de atletas. ¡Con un maestro así, el relevo estaba asegurado!.
La última vez que lo vi ya blanco en canas, fue caminando lentamente bajo una cerrada ovación. Iba hacia el box del Latino, para lanzar la primera bola en el tope entre los Orioles del Baltimore y la Selección Cubana.
Hasta aquí la narración.
Queda pendiente lo ocurrido a Marrero en sus inicios, durante aquella Cuarta Serie Mundial de Amateurs de 1941, la cual calificó de amarga experiencia. Así que en próximas ediciones la incógnita será despejada. Allá nos vemos… Nos vamos…

2 abr 2010

VIVIR DEL CUENTO.

Pido disculpas a mis queridos vecinos por utilizar un vulgar gancho en el título de este trabajo. No se trata del popular programa dominical de televisión, donde mis contemporáneos Pánfilo y Chequera, me retratan y ridiculizan constantemente. Se relaciona con algo mucho más serio: Los niños: Los de ayer, de hoy, y de mañana. Esos que nacen para ser felices.
Desde 1984 Cuba se incorpora al IBBY (International Board on Books for Young People)
http://www.ibby.org/ que auspicia anualmente el Día Internacional del Libro Infantil, el 2 de abril, en honor a Hans Christian Andersen.
El mantenimiento de la revista de literatura e ilustración infantil “En julio como en enero”, el concurso “La Edad de Oro”, y las editoriales Gente Nueva http://www.somosjovenes.cu/index/semana67/vineditor.htm y Abril http://www.editoraabril.cu/ con sus emblemáticas publicaciones “ZunZún” y “Pionero”, son sólo botones de muestra que nutren esta tradición.
Pero la historia es tan bicentenaria como la lucha de nuestros pueblos por su emancipación: Hans Christian Andersen nace el 2 de abril de 1805, en Dinamarca. A los 14 años se fuga de su natal Odense para establecerse en la capital Copenhague, y desde allí abrirse una cadena de éxitos, apoyado en su fantástica imaginación y su inagotable voluntad. A mediados del siglo XIX ya competía en popularidad y fama con los consagrados hermanos Jacob y Wilhem Grimm de Alemania o del escocés Andrew Lang.
En su bibliografía Andersen cuenta con más de 160 cuentos infantiles, muchos de los cuales alegraron a generaciones de infantes en todo el mundo, y no pocos, tan frescos como el primer día. Especialmente escritos para los que saben reír. Ahora me van a perdonar de nuevo por esta descarguita con cincuenta de ellos en uno solo:
Vamos a mostrarle lo que se veía Desde la ventana de Vartou, donde vivían Los vecinos de Blanco. Es la Historia de una madre, no Una historia de las dunas, sino la de La niña judía, es decir, La niña que pisoteó el pan, soñando ser en el futuro La princesa que pisoteó el pan; pero Cada cosa en su sitio; eso eran Chácharas de niños, como el Pulgarcita, o El soldadito de plomo abandonado entre
Los trapos viejos, En el cuarto de los niños.
Todo ello bien lejos del sucio Porquerizo, En el corral donde jugaban El patito feo, El pájaro de la canción popular, El escarabajo, La mariposa y la musa, Las cigüeñas, El ruiseñor, y Los cisnes salvajes; sin olvidar a El gallo en el corral y la veleta. No contamos al Jabalí de bronce porque estaba en el Cerro de los elfos, ni a La Sirenita, en El mar remoto.
Lo cierto es que esas fábulas que contaba la Abuelita, Bajo el sauce que creció en El patio de la casa vieja, eran a la vez, las mismas moralejas del Bisabuelo, que le decían El Tullido, siempre recordando cosas de espanto como El diablo y sus añicos, El duende de la tienda, La gran serpiente de mar, La hija del rey del pantano, El niño de la tumba, El príncipe malvado, La vieja losa sepulcral, o cosas que ocurrirían Dentro de mil años, para ponernos los pelos de punta.

Los niños preferíamos oír Lo que se puede inventar con gracia, y Buen humor, por ejemplo: Juan el bobo, La princesa y el guisante, Las habichuelas mágicas, El tesoro dorado, El hombre de nieve, El niño travieso, y siempre terminar con
¡Baila, baila, muñequita!
En realidad de los aproximadamente 160 cuentos que tan maravillosamente escribió Hans Christian Andersen para los niños, ustedes --en una sola historieta--, podrán identificar 50 de ellos con los títulos en cursiva. Y colorín, colorao…

MI APORTE AL CONGRESO.

Muy próximo al arribo de las 80 primaveras, y con el mismo entusiasmo de los quince años, quisiera darles mi modesto aporte, --tanto como decir mi experiencia--, a los jóvenes cubanos que combativamente celebran su 9º. Congreso, en este mes.
Recuerdo que en el año 1971 al frente del entonces semanario PALANTE, asistimos al Congreso de Educación, que en su desarrollo se amplió a Educación y Cultura, dadas las diversas opiniones que allí se manifestaron. Éstas no llegaron a ser antagónicas, pero marcaron a nuestra generación.
Como consecuencia de sus conclusiones, concentramos nuestros esfuerzos en la captación de talentos en la especialidad de humorismo gráfico, que por entonces no egresaban del Sistema Nacional de la Enseñanza Artística. Es decir, aplicamos la línea de masas, lo que vino a coincidir con un proyecto mucho más amplio a nivel nacional: El Movimiento de Artistas Aficionados. Aunque en nuestras páginas jamás establecimos diferencia alguna entre las obras de novatos y de veteranos.
Fue entonces que con el apoyo de la organización juvenil y en saludo a su 2º. Congreso dela UJC, organizamos el Primer Concurso “Chispa Joven”, cuyos premios recayeron en los siguientes caricaturistas:
A partir de entonces cada año nuevos autores bisoños participaron en la competencia convirtiéndose en colaboradores habituales de la publicación. Entre ellos recordamos a: Arístides Hernández Guerrero (Ares), Miguel Betanzos, Eduardo Torres, Román E. Pérez López (Chicho), Rafael L. González (Rafle), y nuestro querido Gerardo Hérnández Nordelo (H. Nordelo). Todos ellos triunfadores en el concurso y que se convirtieron en “palanteros” y posteriormente en verdaderos profesionales del género.
Hasta aquí la prehistoria.
En la actualidad quisiéramos hacer constar que ni ahora, ni nunca, compartimos aquellos criterios trogloditas de que “La juventud está perdida”, y mucho menos que, “Cualquier tiempo pasado fue mejor”. Juicios estos condenados a descansar eternamente en el basurero de la historia. En tal caso debían ser reciclados, como cualquier desecho sólido urbano.
Si algo pudiera aconsejarles este abuelito chapisteado, es que no pierdan el tiempo. A vuestra edad no se tiene plena conciencia de ello. Se los digo yo por experiencia propia. La vida, la aventura, la perspectiva, está en vuestras manos. No las desdeñen.
Otra insinuación añeja recomendaba: Salud, dinero y amor.
Falso: Los tres, son recuperables. El paciente no debe perder la paciencia, pues un diagnóstico a tiempo puede salvarlo. Si te despiden de tu trabajo, tal vez te ofrezcan otro mejor. Y si tu novia te deja, otra te acogerá en sus brazos.
Sin embargo, si te duermes en el salón de espera del aeropuerto a la hora en que salga el vuelo, tendrás que coger el próximo avión: El tiempo te lo voló.
Por lo tanto los convido a reflexionar sobre algunas de nuestras más divulgadas consignas.: “Ahorre agua”, “Ahorre electricidad”, “Ahorre dinero”, etc. etc. Claro, todas ellas son importantes, pero insisto, lo único imprescindible, lo irrecuperable, es el tiempo: ¡Ahórralo! ¡No lo pierdas!
Si nos indignamos por el derroche de las sociedades de consumo, del capitalismo suntuario y salvaje, de la ostentación desmedida, y otras consecuencias del lujo y la avaricia. También debíamos vernos por dentro y no derrochar lo único que es patrimonio personal. Por tanto tampoco debieras despilfarrar tu tiempo.
A veces, caminando por las aceras de mi barrio, veo día y noche, grupos de jóvenes inactivos, viviendo del cuento y del alarde, en un eterno limbo existencial, incluso con sueños de riqueza que ya quisiera el nieto de Rico Mac Pato con toda su inmensa fortuna. Por el contrario, perdiendo miserablemente la brújula del porvenir.
Sin embargo, no soy capaz de generalizar esta situación: Por cada uno de ellos, miles luchan, estudian, se superan, cumplen misiones internacionalistas, o triunfan en el campo del arte, las ciencias, el deporte, y el verde también.
En fin, hacen suyo el lema “Estudio, trabajo, fusil” de este Noveno Congreso y todos los demás. La sola estampa de su logotipo realizada por ese eterno mozalbete que fue Virgilio Martínez reúne en un solo haz a tres eternos jóvenes de la Patria.
Si mis imberbes interlocutores toman conciencia de ello, bien. Si lo aplican en la cotidianidad, mejor… Si con menos arrestos, y mucho más arrugas soy capaz de preocuparme y hasta ocuparme en la medida de mis fuerzas; ellos no debieran quedar indiferentes ante situaciones como las siguientes:
Cuando alguien nos batea como una pelota de ping pong, de un lugar a otro, ante cualquier gestión personal. O en el caso de ese dependiente/a incapaz de suspender su charla particular, mientras nos crece la barba tras el mostrador en espera de su atención. Paradójicamente tras ella o el, cuelga ese cartel promocional que reza: “MI trabajo es usted”… Tal parece que para sus adentros el empleado/a se dice: --¡Qué trabajo me da usted!
Esa inconsciencia se ha generalizado tanto que se nos introdujo hasta en el televisor.
Me explico: Por mi edad apenas voy ya al estadio; sin embargo, gracias a la pequeña pantalla puedo disfrutar de la Serie Nacional, el Play Off, o los topes internacionales del equipo Cuba; al igual que mi esposa lo hace con la/las telenovela/s. Pero --aquí entra el atravesado PERO de siempre--. Hay momentos en que quisiera apagar el aparato, bostezar e irme a dormir pues, algunos lanzadores—todos jóvenes---alargan innecesariamente el desafío: O se rascan impúdicamente sus entrepiernas, o se secan una y otra vez el sudor, o se viran para primera aunque no haya corredor embasado.
El bateador, --también mozuelo— para no quedarse atrás,
toma venganza y sale constantemente del home plate para dar un paseíto, escupirse las manos, o utilizar el bate para limpiarse de fango los spikes, aunque en un mes no hubiese llovido en toda la provincia.
Su objetivo es sacar de paso al pitcher. En ambos casos el propósito es el mismo: alargaaaaaaaaaaar lo mááaaaaaaaas posible el jueeeeeeeeeeeeego y lo peor es que el umpire se lo permite. En fin, el desafío programado para el martes, casi siempre termina en la madrugada del miércoles, si no se suspende, obligándonos a un nuevo martirio en el futuro si queremos saber quien se lleva el pato al agua.
Podríamos seguir ofreciendo ejemplos hasta el próximo congreso de la UJC, pero por respeto a ustedes, y a mi mismo, como diría Lindoro frente al espejo, --otra buena pieza de nuestra farándula--; prefiero no seguir haciéndoles perder su valioso tiempo.

NACIDO PARA REIR A CARCAJADAS.

No me gusta hablar por boca de ganso, pero dicen las malas lenguas que cuando nació Carlos Ruz de la Tejera un 8 de abril de 1932, y dar su primer bostezo, la comadrona pensó que se la iba a tragar y salió huyendo, sin siquiera cortarle el cordón umbilical. Cuentan las propias deslenguadas que no paró hasta la capital.
Bromas aparte, lo cierto es que la fama de este popular actor del cine, la radio y la televisión nacional es tan grande como su propia cavidad bucal. Y vaya una cosa por otra: No hay en Cuba una sonrisa tan amplia como la suya.
Pero no fue el primero que adquirió reputación por el tamaño de sus carcajadas. Siendo yo niño, igual que él, me quedaba con la boca abierta ante las peripecias de otro cómico famoso, pero del cine norteamericano. Su nombre: Joe E. Brown, pero todos lo conocíamos por Bocaza, así sería aquella tronera Made in USA.

Para Carlos Ruiz de la Tejera lo suyo, más que una boca, es una hipérbole.
El que no haya reído con su monólogo “La Vela”, no sabe lo difícil que es apagar una ídem con una boca como la suya. Sin embargo, le ha sabido sacar partido con su kilométrica sonrisa, su amabilidad, sus chistes de buen gusto, y su talento más fino aún.
Lo conocí mucho antes de caerle atrás al Mameyo que con tanta gracia parodió en medio del período especial. Eran tiempos del Profesor Tallarini, con su capa caída, su alborotada melena y su risita de campeonato.
El que haya visitado su hogar en el Vedado, quedará maravillado ante la colección de caricaturas personales que cuelgan de sus paredes. Presumo pues, que la víctima vive orgullosa de tamaña popularidad. Es lógico que la mayoría de ellas lo muestren con el túnel abierto al público sin pagar peaje, pero tuve el privilegio de captarlo en cierta ocasión callado, sin decir esta boca es mía, y sin embargo es él, con esa envidiable sonrisa-hamaca colgándole de oreja a oreja. Aquí se los presento a mis curiosos vecinos dibujado sin levantar el lápiz.
Sean estas líneas un humilde homenaje a ese grande de las tablas que jamás las ha perdido ante la burla o el choteo ajeno, a sabiendas de que la gente lo hace porque lo quiere, lo admira, y aunque parezca lo contrario, lo respeta. ¡Felicidades en tus 78 abriles!

DAMAS DESCOLORIDAS.

Que yo sepa, nadie escoge el lugar de nacimiento. Si su cuna va a ser en un pesebre o forrada de oro. Qué padres tiene, o cuál es el color de piel que va a cubrir su anatomía de por vida.
Yo, por ejemplo, soy hijo de cubana y asturiano. Salí tirando más al Caribe que a España. Pero vivo orgulloso de mi color, de mis progenitores y de mi patria. Hay otros que no sé aún por qué Martí los llamó sietemesinos.
Nos hemos caracterizado por el choteo criollo, y tenemos que acostumbrarnos a vivir con esa pegajosa actitud. No perder la tabla y dejar que la chacota nos resbale. Pero hay veces que… ¡Por favor!
Recientemente alguien quiso adjudicarme cierta inclinación promiscua al preguntarme: ¿Blanco, todas esas damas de Blanco son tus mujeres? Tal vez años atrás los arrestos juveniles hubieran coqueteado con la acusación, pero… ¿Ahora, frisando los 80? -¡Nié!-, como dirían antes los soviéticos y ahora los rusos.
En primer lugar, tengo una sola y me basta; en segundo, nada que ver con esas respetables señoras que se pasean por nuestras calles principales vestidas de blanco cuando hay periodistas y diplomáticos extranjeros cerca.

Son las mismas que antes lo hacían, o soñaban hacerlo, en dirección a los “Tea party” o los “Fashion show” del Vedado o Miramar, y que de reojo miraban a este jovenzuelo de pigmentación indefinida, como gustéis recordarme, pues según la clasificación popular había el blanco puro, el blanco leche, el blanco sucio, incluso aquella pigmentación identificada como blanconazo.
Para ellas y ellos yo era solo blanco de apellido.
Porque hasta en eso del color eran selectivas y discriminadoras esas que hoy visten de blanco, tienen los bolsillos llenos de verde, y escogen el negro para enarbolar su bandera de lucha.

Volviendo a mis ancestros: Mi madre quiso con delirio a mi padre, y guardó riguroso luto durante dos años, tras su fallecimiento. No he podido borrar de mi mente esa imagen de fidelidad compuesta por velo, refajo, vestido, medias y hasta zapatos color azabache, en medio de nuestros infernales veranos; tal vez obligada por una tradición machista que permitía a los varones mostrar su dolor con un simple brazalete negro.
Así que ni siquiera por la costumbre el blanco significaba pena o dolor; en tal caso era símbolo de pureza y en este siglo XXI que ha comenzado a gatear, me parece que son como dijera la canción: “Pura vestimenta”.
En cuanto al hecho de quitarse voluntariamente la vida. Discrepo con las re-putadas damas y los honorables eurodi-putados: Cuba no aparece entre los primeros lugares del mundo en suicidios per-cápita. Son precisamente los financistas del albo desfile quienes derrochan por ¿decenas, cientos? eso que ellos describen como efectos del “shock postraumático” en sus propios veteranos de Irak, o Afganistán… Y ¿miles, millones? de daños colaterales en los presuntos terroristas nativos.
De que lo sentimos todos, no le quepa la menor duda a nadie, y mucho menos a esas manifestantes inmaculadas. Pero que a estas alturas quieran coger a la Revolución Cubana de “chivo expiatorio” para sus propias cagarrutas universales va mucho trecho. Lo más natural del mundo es la vida y la muerte. El día que nos toque acompañar a esta última, voluntaria o involuntariamente, hagámoslo con dignidad, sin reproches, sin hipocresías. Preferible es morir limpio, aunque sea blanconazo; que ser recordado embarrado en sus propias excrecencias mercenarias.
Acabo de leer que en medio del Siglo XIX, el cubano Pablo Lafargue, yerno de Carlos Marx y promotor del Primero de Mayo como el Día de los Trabajadores, murió en un pacto suicida con su esposa, sencillamente porque no querían llegar a viejos. O sea, que de motivaciones están llenos los cementerios.
Y más cerca aún: Para el próximo mes de mayo les prometo dedicarle un espacio en este blog a un íntimo amigo, joven, simpático y bromista. Firmaba Pecruz. Era uno de los más destacados caricaturistas cubanos, y periodista multifacético, que cuando más le sonreía el éxito profesional, optó por quitarse la vida, sin que trascendiera más allá de sus íntimos y familiares.
De eso en detalle les contaré a ustedes mis queridos vecinos. ¿Y por qué no? A esas “compungidas” damas de blanco.

UN ABRAZO POR TODA LA VIDA.

El pasado mes de marzo fue pródigo en grandes agasajos e íntimos agapitos para la familia de la prensa cubana. Si tenemos en cuenta que se celebraron los aniversarios 70 de Radio Cadena Habana, 30 de Radio Metropolitana, y 25 de Radio Taíno, ya habría suficiente excusa para ello. Pero nuestra televisión no se queda atrás, pues cumplirá este año sus 60 años de intrusismo en nuestros hogares; y los diarios Granma y Juventud Rebelde que nacieron juntos en 1965, también están de fiesta junto a los más jóvenes semanarios Trabajadores por sus 40 años y Tribuna de la Habana con 30 de existencia.
Estos reconocimientos se dieron a conocer en el 118º Aniversario del heraldo mayor, “Patria”, fundado y dirigido por nuestro Apóstol José Martí Pérez, en el exilio un 14 de marzo de 1892.
Por tanto con orgullo celebramos anualmente en esa fecha el “Día del Periodista”. Este año tuve un doble honor: Ser designado por la UPEC para participar como jurado en los Premios “Juan Gualberto Gómez” para los mejores trabajos publicados durante todo el año, y “José Martí” para la obra por toda la vida. Si fue un privilegio intervenir en las labores de los jueces, resultó una satisfacción que mi voto se uniera a la decisión unánime de otorgarle el reconocimiento por toda la vida a la colega Miriam Rodríguez Betancourt. http://granma.co.cu/2010/03/11/nacional/artic08.html
Reconocida periodista, investigadora, y profesora en la Facultad de Periodismo en la Universidad de la Habana, por sus aulas han pasado en casi medio siglo generaciones de periodistas, algunos incluso tan destacados que formaron parte del jurado que testimoniaron su ejemplo, dedicación, esfuerzo, y maestría en el desempeño de esa labor formadora.
Pero a mi me resultaba algo si se quiere más cercano: Su padre, como el mío vino de Grandas de Salime, una aldea asturiana a orillas del Navia, hace casi un siglo, para sembrar en nuestra tierra una fecunda familia. Ambos formamos parte desde niños de la comunidad astur en La Habana, y precisamente el pasado año, tuvimos el placer de asistir a un pequeño círculo de amigos, en la Federación de Asociaciones Asturianas de Cuba (FAAC), para la presentación de su libro “Asturias en la memoria”, ya que, editado en España, contaba con muy pocos ejemplares en bytes.
En aquella ocasión le dediqué un espacio en kilo-bytes para este blog, pues ella me había destinado algunos mega-bytes en sus crónicas, bajo el título de “Nunca perdió sus tradiciones”. En agradecimiento le envío a Miriam la foto que nos tomaron ese día, cuando nos fundimos en un fraternal abrazo de giga- bytes...
¡FELICIDADES!