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21 ene 2011

GITANERÍAS.

Tras las felicitaciones por la celebración de las fiestas de Fin de Año, y rebasar la barrera de la tercera edad, para este bebito 2011 que acaba de nacer, he prometido corregir mis pecados, --que es tanto como decir--, mis errores. Uno de ellos es la supina ignorancia alimentada a diario por la lectura de quienes sabían más que yo, como el viejo Sócrates. De ahí que el primer tema sea el de los gitanos, el cual presento a ustedes, con el ruego de que todas las lagunas que hallen por el camino, me sean rellenadas con el chapapote de la sabiduría colectiva, que es la viable.

Entre las noticias que ocuparon cintillos de los diarios durante los últimos meses del pasado año,--muy pocas agradables—me sorprendió una por lo inusitada. Decía más o menos como sigue:

“Persecución y deportación masiva de gitanos a sus países de origen por el gobierno francés”.

¿Pertenece o no el país galo a la UE --Comunidad de naciones con moneda única, que permite el libre movimiento de sus ciudadanos entre ellas, respetando idiomas, credos, costumbres y símbolos patrios en igualdad de condiciones?

Ante las dudas, acudo a mi viejo diccionario de origen francés “Pequeño Larousse Ilustrado” editado por B.A.B.E.L. de Buenos Aires, hace aproximadamente unos 60 años, y choco allí con la siguiente definición:

“GITANOS: Raza de vagabundos que parecen proceder del norte de Italia y se han esparcido por toda Europa…”

Calificativo un tanto peyorativo muy acorde a los lineamientos de la actual política del gobierno galo con tufo a nacional-socialismo europeo de aquella época. Recordemos que durante la Segunda Guerra Mundial, las comunidades gitanas del protectorado nazi recibieron igual tratamiento que las hebreas, y el exterminio lo compartieron por igual, bajo el odio a sus dos símbolos aquí representados:

“La Estrella de Judea, y el Triángulo Marrón gitano invertido, y cosido a su ropa con que millones desfilaron hacia los crematorios del holocausto.”

Parece que la persecución étnica de unos y otros se pierde en las tinieblas de la historia. El pueblo de Judea por lo menos pudo contar la suya en el Antiguo y el Nuevo Testamento, pero los gitanos no tienen siquiera Biblia que los bendiga. Dicen, y no son mentiras mías, que aquellos primitivos parias de tez oscura fueron rechazados de la antigua India por impuros o intocables. Así era de exclusivista el Brahmanismo hindú.

Aunque entonces no explotaban bombas inteligentes ni los atacaran aviones sin piloto, el pueblo gitano tuvo que pasar lo suyo al atravesar todo el Medio Oriente en un éxodo tan penoso como el de sus iguales hebreos, con el inconveniente de que no se les abrieran las aguas del Mar Rojo. No sabemos tampoco si sufrieron las siete plagas de Egipto, pero de que estuvieron allí no hay duda alguna porque:

“Cuando llegaron aquellos indocumentados a Europa, fueron identificados por una pigmentación un poco más oscura que lo permisible para la época. En Grecia se les calificó de “negros como los etíopes”, --por tanto egipcianos, gypsies o gitanos—“.

Con ese nombrete a cuestas llegaron a España, donde un rey benévolo y unas leyes tolerantes les permitieron no ser molestados durante algún tiempo, sobre todo al sur, en las calientes tierras andaluzas. Pero la dicha dura poco en tiendas de campaña, y aquellos peregrinos famosos por su vida nómada siempre a caballo o en carromatos, viviendo de oficios artesanales, y capaces de adivinarle el futuro a cualquiera, no pudieron vislumbrar el suyo propio, y tras implantar una especial sabiduría al son de la jota y el fandango, tuvieron que irse con la música a otra parte.

De ahí que se esparcieran por Europa, esa cultura echó raíces en Flandes (el norte franco-belga), y se extendió como la verdolaga a todo el continente. Es en su parte más oriental y eslava donde se ha mantenido por más tiempo, Bulgaria, Hungría, Eslovaquia, etc., pero a cada país le tocó su cuota, por eso no me extrañase la intolerancia aria de los nazis, o la intolerancia actual en la Europa moderna.

En cuanto a Francia, el estatuto jurídico de los gitanos data del 3 de junio de 1960:

“Por ley se crea una libreta especial de circulación para quienes ejercen regularmente una actividad profesional, y un carnet de circulación para quienes –franceses o extranjeros--, no ejerzan regularmente una actividad comercial, artesanal, o industrial, y no pueda justificar unos recursos normales. Este documento requiere un visado mensual”.

Tal vez esta regulación explique un tanto, las irregularidades en la actual situación migratoria de los gitanos en el área euro.

Esperamos pues que en este 2011 no haya que acudir a cartomántico, oráculo, horóscopo, acertijo, adivinanza, o pitonisa, que les eche las cartas, o les lea la buenaventura a los gitanos en sus propias narices, y que les permitan ejercer el multioficio donde mejor les convenga, que lo hagan dentro de lo permisible por la ley, y que juntos podamos –como se estila en Cuba--, pedir una bullita flamenca ¡oleeeeeeeeeé!

Hasta aquí mi descarga.

¿Es compleja o no esa indescifrable mezcolanza étnico-cultural de pitonisas, caldereros, nómadas, gitanos, flamencos, ciudadanos del mundo, afro-descendientes, mulatos, mestizos, en fin, la suma de todos los emigrantes que en el mundo han sido?

Al calor de este trabajo, hemos podido aclarar algunos aspectos:

A) El holocausto ejecutado por los nazis, aunque mayoritariamente judío, --seis millones--, cayeron también 800,000 gitanos, --considerados impuros--, junto con homosexuales, enfermos, discapacitados, dementes, etc.

B) El 3 de agosto de 1944 –conocido como el zigeunernach, todos los gitanos que quedaban en el campo de concentración de Auchslizt, en Polonia, fueron llevados a las cámaras de gas.

C) Otra clasificación nazifascista regulaba que la mezcla de alemanes arios y otras etnias, fueran atendidos según el grado de parentesco, de ahí que fuesen considerados de primero o segundo grado de consanguinidad. Reinhardt Heydrich el dirigente de las SS conocido como “El Carnicero de Praga” era un mischlinge en segundo grado, dossier que fue celosamente ocultado por sus superiores nazis.

Acepto sugerencias: Suena el silbato y el balón está en el centro el terreno. Corresponde a ustedes el saque inicial para anotarse el primer gol contra mi ignorancia.

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