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22 ene 2012

LA EDAD DE LA PESETA

El párrafo con que comenzaremos este trabajo fue tomado del Sitio web REBELION publicado con fecha (17-12-2011), bajo la autoría de Andrés Herrero. Se trata de un artículo extenso y detallado sobre la crisis financiera de Europa, y su repercusión en España, bajo el título de: “O nos vamos del euro o ya podemos despedirnos del Estado de Bienestar”. Como puede apreciarse hasta el título resulta extenso. En aras de la brevedad, nos hemos visto obligados a reproducir solo unas líneas que nos darán pie para disparar unas “riflexiones” de salva por tratarse de un arma de fuego satírico.

“…Como la palabra solidaridad no existe en el diccionario europeo, si no es posible plantear soluciones conjuntas, cada cual tendrá que buscar la suya. El retorno de la peseta no constituye la panacea maravillosa, pero sí la solución menos mala en las actuales circunstancias, y con seguridad la más justa socialmente. O nos vamos del euro, o el euro se irá de nosotros…”

La clave del trabajo radica sin dudas en la resurrección de LA PESETA y la frase el Estado de Bienestar, que en mi humilde impresión fue un movimiento surgido en Europa como respuesta al peligro comunista, en una jugada perfecta de combinar el Estado proveedor y los derechos ciudadanos lo cual redujo la desigualdad social a extremos aceptables.

Al desaparecer una de las dos potencias nucleares, el fetiche del comunismo se convirtió en terrorismo a secas y el mundo se transformó en un “globo unipolar y hegemónico” he ahí el invento de la globalización.

Los países deudores se vieron sometidos a las leyes salvajes del mercado, la competitividad y la especulación.

En fin: Un casino universal donde “el banco aunque pierda, siempre se ríe”.

Las condiciones de subordinación político-económicas creadas por el Imperio en los países de América Latina hasta fines del pasado siglo, permitieron la proliferación del sistema usurero conocido por Neoliberalismo, cuyos principales protagonistas eran los socorridos empréstitos, otorgados con largueza al subdesarrollo deudor. Un uno por ciento se hizo rico con el 99% de la pobreza ajena. Todo muy lindo para los primeros, mientras que los segundos, obligados a apretarse el cinto eran víctimas de las exigencias del FMI para cobrar los intereses (gabelas) convirtiendo la Deuda Externa en Eterna e Impagable.

Argentina, la patria del Che, fue una de las víctimas más afectada, y por tanto la que primero declaró el cese de pagos a la deuda. La apretaron tanto que su PIB hizo PUB, y cayó estrepitosamente; también se vio encerrada en algo que dio en llamarse “corralito financiero”. El pánico y la desesperación provocaron los disturbios de diciembre del 2001, con un saldo de 40 muertos y numerosos heridos precedidos del “cacerolazo” y por el grito de “!Que se vayan todos!” en primer lugar el propio presidente Fernando de la Rúa.

A tal punto llegó el descalabro que en menos de diez años su enviidiable “clase media” desapareció entera al empuje de las “clases vivas”. Nuestra hermana del sur no sería la primera víctima, pero sí donde primero reventó la burbuja financiera del sistema.

A partir de la presidencia el líder peronista Néstor Kirchner en el 2003, con sus medidas de ajustes económico-sociales sin intervención foránea, y la continuación de esa política por su sucesora y esposa Cristina Fernández, otro tango se escucha en el país austral.

Lo que actualmente sucede en la UE es lo más parecido a ese fenómeno.

La caída del Producto Interno Bruto en varios países de la culta Europa; “la bancarrota” de los bancos y el “salvataje”, o medidas de ajustes en los países deudores para salvar a sus propios acreedores; es una copia al carbón de lo sucedido hace diez años en la Argentina, con la diferencia de que la UE no quiere renunciar al euro, ni aceptar tampoco que padece una crisis N-EUROTICA, a pesar de su N-eurosis de ahí la idea de mucha gente de a pie, que prefiere apostar por el regreso a las monedas originarias en algunos países como Grecia y España.

Ofrecemos a continuación algo curioso: Dos imágenes, la primera se corresponde con una de las obras más célebres del pintor y grabador Edvard Munch titulada “El grito”. A su lado la portada de la revista italiana de historietas “S.I.D.” donde el dibujante Dentiblú parodia dicha litografía, utilizando de protagonista un cochinito-alcancía en el momento de dar un aterrador grito frente al tenebroso horizonte de la nueva moneda convertida en N-EURO por el humorista. Lo curioso de esto es que la publicación data del 2002, año del boom de la UE; del Euro como la esperanza monetaria en la comunidad europea de naciones, mientras todavía Argentina se debatía en su crisis económica.

De la peseta española tendríamos mucho que hablar, por ejemplo: La peseta posa de efectiva, le salió al paso y pesa menos que el peso cuando pisa, puso en crisis al duro y pese a ello, lo tiró al piso. Históricamente fue la moneda oficial en la península, pero también existe y persiste en nuestro país. Si pueden resucitarla o no depende de los españoles.

La nuestra goza de buena salud, se mantiene flotando contra viento y marea. Como la quinta rueda del carro, resulta ser la quinta parte del peso, nuestra moneda oficial. Ha ido tomando protagonismo de la misma manera en que desapareció el cliente dando paso al usuario, mientras otras menos valiosas como el centavo, el medio o el real se han esfumado por completo.

Durante el periodo especial hizo su debut el CUC, convirtiéndose en la vedete del espectáculo y desplazando a un segundo plano al peso M/N.

¡Imagínense que protagonismo le correspondería entonces a la modesta pecuña! Sin embargo, como dijo Galileo: “…Pero, se mueve…” Entonces, aunque no es divina, actualmente la encontramos como Dios en todas partes: en la cola del pan, en la bodega, la guagua, el puesto de viandas y la carnicería, en cualquier otro establecimiento convirtiéndose en un dolor de cabeza tanto para los usuarios como los cuentapropistas. Magnífica excusa para no tener vuelto en la caja contadora.

De estos y otros “problemitas” rezan estas secuencias que ofrecemos a continuación, parodiando esa inolvidable película cubana titulada La Edad de la Peseta”.

Invitamos a nuestros fieles vecinos a disfrutar de esta nueva versión gráfico-pesetera de mi autoría.

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